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Alojamiento con Airbnb

Por: Ivelisse Agostini
iagostini@placerespr.com

Airbnb es una empresa cuyo éxito está basado en que responde a una necesidad. Se dice que un aumento desproporcional de renta en el espacio que ocupaban tres amigos en San Francisco provocó que uno de ellos cediese su habitación para alquilarla con un colchón inflable y siguiendo el concepto de “bed and breakfast” (de ahí el nombre –air-b-and-b). De esta forma ganaban suficiente dinero para pagar el aumento.

Entre las ventajas de Airbnb se encuentra la variedad de opciones. CCO Creative Commons

Desde su fundación en 2008, la empresa Airbnb sirve a viajeros que buscan un lugar donde alojarse a mejores precios. Aunque en principio hubo quejas de personas que ofrecieron sus espacios para alquilar y fueron víctimas de daños y robos, la organización hoy ofrece todo tipo de garantías que respaldan, tanto a quien alquila el, como al huésped del mismo. Esto lo logran a través de la verificación de datos de ambos, de un servicio al cliente que funciona 24/7 y de seguros.

Esas garantías, que son efectivas siempre y cuando se sigan los procesos correctamente, según se especifica en su plataforma, han convertido a Airbnb en un gran recurso para el viajero que desea hospedarse en un lugar céntrico, con comodidades y facilidades tal cual si fuese un residente en una localidad, de forma razonablemente económica. El universo de opciones en las diferentes ciudades del mundo en que operan va, desde un lugar donde pueda dormir una sola persona, hasta propiedades con múltiples habitaciones y baños para alojar familias grandes.

Para utilizar sus servicios de alojamiento, es necesario entrar a su plataforma por la Internet https://www.airbnb.com/ e indicar destino, fecha llegada y salida y cantidad precisa de huéspedes. El proceso de “búsqueda” cuenta con filtros que incluyen diversidad de alternativas como precios, direcciones, descripciones de servicios y reglas de alquiler, así como testimonios de personas que han alquilado antes el lugar. Además, puedes escribirle al anfitrión con tus preguntas y en muchos casos hacer la reservación inmediatamente.

Como cualquier otra reservación, es imprescindible que la persona lea bien todos los detalles, provea información requerida sobre quiénes serán los huéspedes (a veces incluyendo fotos) y especificaciones y normas que se ofrecen del lugar de interés, incluyendo la garantía de pago. La forma de reservar varía según lo que disponga cada anfitrión, pero luego de hacer la reservación, éste debe contestar antes de 24 horas, si ésta es aceptada, se cobrará el importe total de la reservación inmediatamente. Si el anfitrión rechaza la reservación, no se realizan cargos y los interesados pueden proceder a identificar otra alternativa de alojamiento.

Se entiende que la reservación puede ser cancelada o sustituir la forma de pago solamente antes de que el anfitrión la haya aceptado, algo que puede ocurrir en ocasiones de forma muy rápida, antes de 24 horas. De otra parte, en ocasiones en que se establece contacto directo con el anfitrión, si éste hace alguna oferta especial, el huésped debe canalizarlo todo a través de Airbnb para asegurarse de que ellos respondan con sus garantías ante cualquier insatisfacción.

Ningún sistema es perfecto, pero a través de la estructura que han ido desarrollando, hoy son excepcionales las situaciones de disgusto entre quienes utilizan esta plataforma. De hecho, como ésta es muy utilizada entre viajeros que se hospedan en los Estados Unidos, donde muchos tienen conocidos y amigos, estos piden a sus contactos que le “echen un ojito” al lugar, antes de reservar.

Al final, te recomendamos navegar su sitio en la Internet con bastante anticipación a que consideres hacer una reservación. De esta forma, podrás familiarizarte con los requerimientos y con el “movimiento” en la disponibilidad de espacios en la zona donde te interesa alojarte. De esta forma, reducirás cualquier margen de error al momento de hacer tu reservación.