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Casa Protegida Julia de Burgos

Por:  Sylvia A. Agostini
editorial@placerespr.com
 

La Casa Protegida Julia de Burgos se estableció en 1979 ante la necesidad de ofrecer ayuda y socorrer a la mujer maltratada y a sus hijos…  Desde entonces, esta organización ofrece espacio transitorio y/o permanente a estas víctimas.  Como parte de la iniciativa de sus fundadores, se creó la definición de “violencia conyugal” y se hizo conciencia pública sobre la magnitud de este problema en nuestro País.

Con el transcurso del tiempo y la lucha a tales efectos, en 1989 se creó la Ley 54, base y apoyo legal en los casos donde se emplea: “…la fuerza física, la violencia psicológica, la intimidación, la persecución contra la pareja, con el propósito de causarle daño físico o emocional a su persona, sus seres queridos o sus bienes”…  Además, esta Ley proveyó “dos remedios para estos casos: el civil y el criminal”.

Aún así, los albergues para mujeres y sus hijos, que sufren de maltrato, no dan abasto. Este proyecto ha logrado subsistir gracias a la ayuda y patrocinio de organizaciones, contactos, y personas que les apoyan desinteresadamente.  Actualmente, la Casa Protegida Julia de Burgos tiene su sede principal en San Juan y cuenta con dos centros ambulatorios, uno en Ponce y otro en Aguadilla.   El albergue principal cuenta con quince habitaciones.  Por lo general, esta entidad atiende anualmente entre 80 y 100 personas, sin contar diez (10) familias acogidas en el Programa de Vivienda Transitoria y otras dieciséis (16) del Programa de Viviendas Permanentes.

Programa de Vivienda Permanente:

Sirve a mujeres maltratadas, sin hogar, jefas de familia o sobrevivientes de violencia de género con algún impedimento, así como a sus hijos. Apoya a estas mujeres para que, dentro de sus capacidades físicas, mentales y emocionales, puedan lograr cierto desarrollo económico y la posibilidad de una vida digna.

Programa de vivienda Transitoria:

Está dirigido a la autosuficiencia de las participantes.  Les ofrece servicio de consejería, orientación, ayuda psicológica y vivienda, por un tiempo no mayor de dos años.

El servicio de consejería se trabaja de forma individual, educativa y ocupacional.

La Casa Protegida Julia de Burgos cuenta con voluntarios muy activos a través de las redes sociales, en las áreas programáticas y administrativas y cuenta con grupos micro-voluntarios y apoyo en las mesas informativas.  Todos unidos participan en actividades de recaudación de fondos, haciendo intervenciones comunitarias y actividades de formación de equipos de trabajo y de apoyo.

En los informes del albergue se destaca que:  “La violencia doméstica es un delito grave, que puede ser castigado con cárcel; que en Puerto Rico se reportan más de 20,000 casos anuales; que se estima que un 60% de las mujeres casadas son víctimas de maltrato conyugal y que un 97% de las víctimas de violencia domestica son mujeres”.

La Casa Protegida Julia de Burgos, a nivel socio-demográfico recibe, actualmente, mujeres de todas las edades desde los 18 años en adelante.  Sin embargo, las edades promedio de las que reciben ayuda, fluctúan entre 20 y 45 años.  Éstas provienen de todas las esferas sociales, aunque predominan las de escasos recursos.  En el área educativa, la mayoría de las albergadas no ha logrado iniciar ni completar una profesión.

Enfocada y encaminada a la prevención, en La Casa Protegida Julia de Burgos existe un programa educativo dirigido a trabajar con los niños y jóvenes participantes del Programa de Albergue y de Vivienda Transitoria.  La intervención se realiza mediante el uso de dinámicas, talleres socio-educativos, manualidades, música y actividades al aire libre.  Además, se les brinda asistencia y ayuda en crisis, cuido, tutorías y servicios psicológicos, según sea el caso.

Durante la permanencia en el Programa de Albergue, la mujer junto a sus hijos, recibe ayuda profesional.  La frecuencia de este servicio depende de las necesidades presentadas por el núcleo familiar.  La trabajadora social diseñará un plan de acción, junto con la participante, cuya meta será trabajar con las necesidades identificadas.  Éste va dirigido a trabajar con el área emocional, mental, física, legal y económica de la persona. El servicio de albergue y de seguimiento tiene una duración máxima de tres meses.  Una vez se cumple este plazo, la participante será trasladada a otra institución o vivienda segura.  Cabe destacar que el programa de albergue es voluntario.  Las participantes aceptadas en el programa de La Casa Julia de Burgos llegan por auto-referido o referidas por otras instituciones:  Departamento de La Familia, Oficina de la Procuradora de la Mujer, Policía de Puerto Rico, Tribunales e Instituciones Privadas, sin fines de lucro.  A su vez, La Casa Protegida Julia de Burgos refiere personas a diferentes agencias, partiendo de las necesidades de las mismas.

Cómo ayudar:

Para realizar donativos pueden visitar:

Página web: www.casajulia.org
Facebook: Casa Protegida Julia de Burgos.
También pueden llamar a sus oficinas al: 787-723-3500

Nota:  placerespr.com agradece a la directora ejecutiva de este proyecto, Sra. Ivette Del Valle,  la información que nos brindó para la realización de este reportaje.

 


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