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¿Demasiado ocupada?

“Llenan su vida de muchas cosas para no recordar o para no ocuparse de algo que subconscientemente les está reclamando que tienen que atender. Si estoy ocupado me olvido de mi dolor”.

Por Mónica Cruz

 

Si las palabras “demasiado ocupado” forman parte de tu repertorio diario es momento de revisar tu estilo de vida. Aunque algunos dicen esta frase con un sentido de orgullo o como si fueran a ganar el Premio Nobel de la Paz por ello, la realidad es que estar demasiado ocupados debería hacernos reflexionar. Por alguna razón, casi siempre imaginamos que las personas que están sumamente ocupadas son personas exitosas, que tienen todo bajo control y simplemente, no están para perder el tiempo.

No obstante, esa costumbre de ocupar cada minuto del día con alguna actividad realmente puede ser una manifestación de otras cosas y no necesariamente positivas. Sigue leyendo y descubre si tú o alguien que conoces padece de este llamado síndrome y conoce cómo se puede mejorar.

Consultamos a la doctora Maricarmen Laureano sobre este tema que ya se comenta entre los estudiosos en la conducta humana. “Todavía no se ha catalogado como síndrome, que es un término que se utiliza para llamar a conductas que se salen de lo que se considera una conducta esperada o normal. Pero, el llamarle ‘síndrome a estar demasiado ocupado’ hace referencia a que existe una desproporción en algo”, comenta Laureano, quien posee un doctorado en Consejería sicológica. “Ocuparse no tiene nada malo”, añade, “porque ocuparse tiene que ver con asumir responsabilidad con la vida, pero el siempre estar ocupado puede presentar otra dificultad”. Según Laureano, hacer cosas constantemente puede deberse a diversos factores.

  • “Sentirse solo en el universo o sentir que no se cuenta con una ayuda mayor a nuestras capacidades para poder realizar o lidiar con ciertas cosas”, explica Laureano, puede llevar a una persona a esta conducta.
  • “No tener la seguridad de la capacidades que se tienen para afrontar una situación, es otro factor”. Según la doctora, esto tiene que ver con la manera en que somos formados en sociedad donde se nos inculca, motiva y enseña a ser mejores siempre, a llevar nuestro potencial al máximo. Esto en sí, no es negativo, pero cuando la persona siente que todo depende de él o ella se frustra. Entonces para no se sentirse así, se ocupa al extremo.
  • Para demostrarles a los demás cuánto valemos. “La gente se valida a través de ocuparse. La sociedad nos exige que seamos exitosos. Pero somos diversos, tenemos diferentes talentos y los seres humanos necesitamos a otros para poder ser exitosos”. Sobre este punto, la doctora abunda que “la sociedad nos asigna unos roles que debemos cumplir a la perfección para que todo funcione. Por ejemplo, a las mujeres se nos asigna ser esposa, madre, trabajadora, hija, hermana etc. y cuando algo no sale bien pues no nos llevamos la mejor nota. Y esto es porque desconocemos otras maneras de validarnos y que nuestro valor es desde que fuimos creadas, entonces vamos afanadas por la vida buscando que alguien nos asigne dicho valor”.
  • Situaciones o experiencias de la crianza que no se han sanado también llevan a las personas a ocuparse demasiado. “Llenan su vida de muchas cosas para no recordar o para no ocuparse de algo que subconscientemente les está reclamando que tienen que atender. Si estoy ocupado me olvido de mi dolor”.
  • Sentirse necesario (que es otra manera de sentirse valioso) es otra motivación para ocuparse al extremo. “De ahí viene que mucha gente cuando tienen un tiempo libre se sienten culpables porque sienten que se tienen que estar ganando su lugar en la vida, demostrar que son útiles. Eso no es un problema, excepto cuando es demasiado”.

Consecuencias

Ahora, cuáles con las consecuencias de vivir de esta manera. Entre otras cosas, la doctora menciona:
•La falta de concentración

  • Problemas con la memoria
  • La salud física se afecta porque el cuerpo somatiza el exceso de tareas (cardíacos y otros relacionados con el estrés).
  • Se pueden desarrollar conductas de adictivas (incluyendo adicción al trabajo).
  • Niveles altos de frustración, que pueden llevar a sentirse no adecuado, que no sirves. “Esto es bien peligroso porque produce desesperanza, luego depresión y de ahí a pensar que no vale la pena vivir, es un paso”.
  • Insomnio. Las personas demasiado ocupadas se levantan de madrugada pendientes de todo lo que tienen que hacer. Eso es sumamente peligroso desde el punto de vista neurológico porque el cerebro necesita períodos de apagar unas zonas para recargar y que las células se regeneren.
  • Se afectan las relaciones interpersonales porque no hay tiempo para esas personas que consideramos son menos importantes o interfieren con la ocupada agenda.

¿Qué hacer?

Entre las sugerencias para manejar el “síndrome de estar demasiado ocupado” Laureano menciona:

  • Organízate. “Pero no para hacer más, sino para hacer menos”. La doctora recomienda hacer una lista de las cosas que son tú responsabilidad con tu trabajo, tu ministerio (misión en la vida), tus relaciones (amigos, familia, etc.). Esto se logra haciendo un cronograma que no es otra cosa que un programa en el que escribas qué uso le das a todas las horas de tus días.
  • Busca un tiempo para estar a solas y en paz durante el día en los distintos escenarios donde te mueves. Sin excusas, haz algo que no tenga nada que ver con tus responsabilidades.
  • Delega. Empieza a repartir responsabilidades. Esta parte reconoce la doctora es bien difícil para una persona que padece de este síndrome por lo que también se recomienda contar con un mentor.
  • Consigue un mentor que debe ser una persona que motive, dé seguimiento y vea el progreso. “Las personas demasiado ocupadas se traicionan y justifican su comportamiento”. Por esta razón es bueno que cuenten con alguien que les ayude a poner las cosas en perspectiva.
  • Busca ayuda profesional. “Especialmente si la persona lo ha intentado sola y no ha podido”. Además, el profesional puede ayudarte a descubrir en primer lugar de dónde proviene esta conducta y a lidiar con esas situaciones que posiblemente te llevaron a ser así.
  • Haz una lista del costo de tu agenda súper cargada (problemas familiares, problemas de salud, etc.) y compara con lo que haz logrado. “Es curioso porque una cosa es ser productivos y otra cosa es estar demasiado ocupados. La persona productiva hace lo que tiene que hacer para llegar a donde quiere llegar. La persona demasiado ocupada no necesariamente está dando en el para obtener resultados”.

No esperes a pasar un susto, a llegar al punto de sentir remordimiento por no tomar acción. Busca ayuda si sientes que no puedes más. Ya llegó la hora de que te ocupes por ti.

La doctora Maricarmen Laureano posee un doctorado en consejería sicológica, es conferencista de temas relacionados con la sanidad integral de las familias y la mujer. Además, es facilitadora de los grupos de apoyo para el crecimiento personal de las mujeres llamado Celebremos la Vida. Para contactarla puedes llamar al (787) 371-2969.

NOTA: Este reportaje fue redactado por nuestra colaboradora para una edición previa. Dada la actualidad y la importancia del mismo, hemos vuelto a publicarlo, dando crédito al recurso que utilizó para lograrlo.


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