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La Fecundación Asistida

Por: Sylvia A. Agostini

editorial@placerespr.com

Cuando una pareja ha comprobado que al cabo de un periodo de dos o tres años de relaciones sexuales normales no ha logrado concebir, lo indicado es recurrir a un médico especializado en fertilidad. Éste, entrevistará a la pareja, conocerá sus inquietudes y obtendrá de ellos un marco referencial de su historial médico.

Lograr un embarazo deseado es una de los momentos más sublimes en la vida de una mujer. CCO Creative Commons.

Para poder hacer un cuadro clínico completo de la pareja, el médico examinará la situación de sus órganos reproductivos, ordenará unos laboratorios abarcadores y sonogramas específicos, con cuyos resultados podrá hacer un diagnóstico adecuado. Obtenida la data, procederá a recomendar y discutir con la pareja el método que mejor les aplica, porque cada caso es único y particular.

Existen métodos con fármacos y hormonas que en una pareja joven y sana pueden funcionar pero, la edad de la mujer es un factor determinante para sugerir otras técnicas como la Inseminación Artificial o la Fertilización Invitro.

La Inseminación Artificial es un método algo más sencillo y natural que el médico suele sugerir en las parejas de menor dificultad. Se recomienda en los casos en los que los órganos reproductivos de la mujer están en buenas condiciones, especialmente las trompas de Falopio, donde se propicia la fecundación. El especialista hará lo propio con el hombre y le ordenará pruebas para determinar la calidad de su esperma. La mujer pasará por un proceso de estimulacion ovárica controlada. En el momento de mayor fertilidad, se recogerán espermatozoides para hacer una selección. Madulo el óvulo y capacitada la esperma escogida, se llevará el semen hasta la vagina, desde donde se espera que asciendan los espermatozoides hasta las trompas de Falopio. Allí ocurrirá la concepción y el proceso continuará hasta el útero donde se desarrollará el embrión.

Todo indica que en el proceso de Inseminación Artificial, “lo artificial” es la forma en que los espermatozoides masculinos llegan hasta la vagina de la mujer sin que haya ocurrido el coito. Ésta se considera una buena opción porque es un proceso que se completa en 10 o 20 minutos y conlleva un tiempo promedio de tres semanas para apreciar sus resultados. Por otro lado, es una alternativa menos invasiva, de menor costo, que la Fertilización In Vitro. El procedimiento ocurre en forma natural dentro del cuerpo femenino. Se considera que implica menos riesgo de embarazos múltiples y se prefiere en aquellos casos en los que la infertilidad es de causa masculina.

Por lo general el médico especialista sugiere la Inseminación In Vitro teniendo en cuenta la edad de la mujer y si la las trompas de Falopio estuvieren obstruidas. Se toma en consideración si el hombre ha padecido alguna enfermedad infecciosa como la Hepatitis y el VIH, entre otras, y si ha sido sometido a una vasectomía o le es imposible lograr una eyaculación normal.

La Fecundación In Vitro se procesa en un laboratorio. Es una técnica más compleja que la Inseminación Artificial y es de mayor costo. A grandes rasgos el proceso requiere:

Usar alta tecnología posiblemente fármacos y hormonas, de acuerdo al caso
Mayor estimulo ovárico
Monitoreo de la ovulación
Un proceso bajo anestesia o sedación llamado Punción Ovárica para extraer ovocitos o células femeninas
Someter los óvulos extraídos a su maduración y capacitar los espermatozoides masculinos
Combinar ambas células reproductivas en un envase hasta lograr que se produzca la fecundación.
Una vez fecundados los óvulos, se cultivan en medios óptimos para facilitar la evolución del embrión y su dimensión celular.
Por lo general, tras dos o tres días luego de la fecundación, se transfieren uno o varios embriones de mayor calidad, desde la vagina hasta el útero de la madre. Esta acción es indolora porque se utiliza un catéter muy fino. No conlleva el uso de anestesia. El proceso completo se prolonga entre cuatro y seis semanas.

Algo muy positivo de la Fecundación In Vitro es que se sabe que los medicamentos utilizados en el proceso no aumentan el riesgo de desarrollar cáncer. Por ser la técnica de reproducción asistida más antigua (1978), este procedimiento ha sido reevaluado. Además, ofrece esperanzas a las parejas ante la posibilidad de que uno de sus miembros vaya a ser sometido a radio o quimioterapia, porque permite la congelación de óvulos y espermatozoides, previo a dichos tratamientos, para impedir que se pueda alterar la calidad de los mismos.

Estas y otras técnicas prometen ser la ayuda necesaria para todas aquellas parejas que anhelan concebir un bebé y tienen dificultades. La ciencia ha logrado perfeccionar las mismas haciendo que, de forma cada vez menos complicada, puedan lograr sus deseos. Sin embargo, desde la perspectiva religiosa muchos cuestionan este último procedimiento ya que en el proceso suelen fecundarse más óvulos de los que serán utilizados.

Por supuesto, la adopción es una alternativa que, además de permitirle a la pareja lograr el sueño de ser padres, permite a niños desamparados la oportunidad de aspirar a una mejor calidad de vida.