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La Incapacitante Migraña

Por: Sylvia A. Agostini

editorial@placerespr.com

Comienza como un dolorcito simple de cabeza y de buenas a primeras se convierte en un dolor terrible, intolerable, que hasta se apodera del área circundante de los ojos. Hay casos en que te nubla la vista y hasta produce vómitos. Lo anterior es una descripción de algunos de los síntomas de la migraña, una condición que según informes de la Organización Mundial de la Salud es “…una de las veinte enfermedades existentes más incapacitantes”.

La migraña es provocada por dilatación de vasos en el área craneal.

Nuestras investigaciones revelan que más allá del año 3,000 a.C., en escritos médicos del antiguo Egipto, aparecieron los primeros datos sobre esta condición. Sin embargo, aún hoy día no existe una respuesta exacta sobre la causa de esta enfermedad. La misma se identifica por la aparición de unos síntomas premonitorios, que pueden presentarse entre un lapso de 10 y 30 minutos antes del episodio de migraña; cuando se desatan situaciones que merecerán atención médica inmediata.

Se reconoce que la crisis de dolor se desencadena cuando los vasos sanguíneos del área craneal se expanden o dilatan en forma anormal. La inflamación del tejido que rodea el área, propicia los eventos en forma gradual.

Cuando la migraña se presenta por primera vez, la ignorancia al respecto, permite que la persona entre en crisis, provocando síntomas más severos y dolor intenso y persistente.

Por lo general, en estos casos, lo recomendable es llevar al paciente a una sala de emergencias, en donde lo ayudarán a controlar las situaciones que se hayan producido. Lo común es que la persona llegue deshidratada, como consecuencia de las náuseas, los vómitos y diarreas. Por lo tanto, le medicarán a través de inyecciones y sueros, hasta controlar y minimizar dolores y síntomas.

Etapas de un Ataque de migraña:

Aunque en la mayoría de los casos la persona no está consciente de sus primeros síntomas, se señalan los siguientes como los más comunes de un ataque.

Etapa 1:

Cansancio
Dificultad para concentrarse
Retención excesiva de líquidos
Inapetencia

Etapa 2:

Nauseas
Vómitos y Diarreas
Deshidratación

Etapa 3:

Sensibilidad a la luz y los sonidos
Auras y alteraciones en la visión que incluyen centelleos en la mitad del campo visual que se amplían en forma lineal, en zigzag, hacia un lado de la cabeza o en toda ella.

Además, el dolor de cabeza se puede iniciar con distintas sensaciones, tales como sensación de presión, en forma de latidos o calambres; así como de manera taladrante. Estas sensaciones aumentan y en algunos casos se proyectan en la mandíbula y a través de espasmos faciales.

La enfermedad suele asociarse con los siguientes factores de riesgo:

Herencia o antecedentes familiares
“Estrés” y ansiedad
Situaciones hormonales en la mujer, que empeoran con la ovulación, la menstruación o el uso de pastillas anticonceptivas que pueden mejorar luego de la menopausia
Ingestión de bebidas alcohólicas y el uso de cigarrillos
La dieta – Comidas irregulares, no comer, usar alimentos con glutamato de sodio (frecuente en la comida China), productos ahumados, carnes en conserva con nitratos y consumo de chocolate en exceso, entre otros
falta o exceso de sueño
factores medioambientales
ciertos olores

En caso de que la migraña se presente frecuente o periódicamente, el paciente necesitará la ayuda de un especialista en neurología. Éste le hará preguntas sobre los síntomas, los antecedentes familiares, su dieta y rutina diaria, hasta establecer cuáles son los desencadenantes. Podrá hacerle un examen físico, pruebas de laboratorio, exámenes computarizados y pruebas de resonancia magnética, según sea el caso.

Dependiendo del diagnóstico, el paciente puede ser medicado y/o recibir terapias alternas.

Precauciones y Datos relevantes:

No todos los dolores de cabeza representan un ataque de migraña
Son necesarios un diagnóstico y el tratamiento adecuados
No tratar a tiempo y adecuadamente la condición puede hacer que se torne crónica
Usar medicamentos sin receta o en exceso, puede ocasionar un rebote o la reaparición de síntomas y dolor
Deben eliminarse de la dieta o reducirse: el consumo de alcohol, la comida china, el chocolate, las conservas, las frutas secas, los cítricos, la cafeína y el cigarrillo, entre otros.
No es recomendable el ayuno
Deben mantenerse hábitos de sueño saludables
Deben evitarse situaciones de estrés.