Brookfield may est top
...con estilo

Qué es el Trastorno Bipolar

Por: Myra Sánchez
editorial@placerespr.com
 

Con frecuencia, cuando alguien se va ‘in-extremis’ en su estado de ánimo, o sea, de lo agradable a lo irritable, siempre hay alguien que se atreva a decir: “es que es bipolar”.  La realidad de la enfermedad de la cual hablaremos a continuación provoca que no se hable del tema para no estigmatizar a quien la padece, pues de hecho, es tratable y en muchos casos, posible controlar los episodios extremos para reducir su frecuencia.  En tiempos recientes, hemos visto como algunas figuras públicas han dado testimonio de su padecimiento, o del de algún familiar, permitiendo ver que efectivamente, es la causa de episodios tristes y hasta trágicos que se intercalan, muchas veces, entre grandes momentos de estos pacientes. Y, es que, sorprendentemente, esta condición es frecuente entre personas con un alto cociente intelectual y muy talentosas en variedad de disciplinas, incluyendo las ciencias y las artes.

Aunque pudiere haber algo de cierto en las “percepciones” descritas al principio, el “trastorno bipolar” es una condición seria, algo difícil de diagnosticar y que una persona puede sufrir por mucho tiempo sin saberlo. En ocasiones, se confunde con la depresión y la ansiedad, que de hecho son parte de los síntomas, y por lo tanto, el paciente no es tratado adecuadamente desde un contexto total. Se dice que entre otros factores, esta condición en muchos casos es hereditaria y/o causada por desórdenes bioquímicos en el cerebro.

En cualquier caso, la también llamada enfermedad maníaco-depresiva, es una enfermedad del cerebro para la cual, hasta el momento no existe cura, pero quienes la padecen, con la debida ayuda, tratamiento y la disciplina adecuada, pueden llevar una vida ordenada, no sin que falte sufrimiento para el paciente y su entorno cercano, particularmente cuando ocurren episodios de uno y otro extremo. Aunque puede padecerlo cualquier persona, lo usual es que se presente en adolescentes o jóvenes adultos. Quienes la padecen sufren y demuestran potentes cambios en su estado de ánimo, sintiéndose a veces muy tristes (depresión severa) y otras veces muy felices o excitados (euforia o manía). Y hablamos de potentes, no de cualquier cambio normal en el estado de ánimo como producto de particulares situaciones de vida. Ya diagnosticada la condición, como cada cuerpo es distinto, igualmente puede tardar en que se identifiquen los medicamentos correctos para lograr la combinación efectiva, lo importante es mantenerse en tratamiento. En cualquiera de los extremos de la manifestación de la condición, el paciente bipolar puede incurrir en conductas que siente no poder controlar y acudir a utilizar sustancias que lo enajenen como el alcohol, provocando, de forma inmediata, que su tratamiento médico sea inefectivo porque inhibe el efecto de las medicinas y, peor aun, creando adicciones que complican que su condición, que puede estar controlada, se convierta en una pesadilla para sí mismo y su entorno. Caer en este circulo vicioso, puede provocar mayor deterioro emocional y moral, afectando sus posibilidades de llevar una vida normal.

Como mencionamos, los episodios de un paciente de trastorno bipolar suelen mostrar actitudes intensas que cuando son de tipo ‘maníaco’ muestran:

  • Estar muy alegres, animados, nerviosos o ansiosos
  • Hablan muy rápido y sobre diferentes temas a la vez
  • Se muestran inquietos, sensibles y/o muy irritados
  • Presentan dificultad para dormir y concentrarse
  • Se muestran eufóricos y creen ser capaces de hacer multiplicidad de cosas simultáneamente
  • Hacen cosas arriesgadas, usualmente relacionadas a gastos de dinero o sexo irresponsable.

De otra parte, estas mismas personas pueden sufrir episodios depresivos como pueden ser:

  • Sentirse muy tristes, preocupados y vacíos
  • Problemas de memoria, concentración y perdida de energía
  • Sentirse cansado y sin ánimo para hacer cosas que otras veces le divierten
  • Sufrir de insomnio
  • Excesos en el consumo de alcohol y otras sustancias
  • Negación de aceptar los cambios que proyecta
  • Pensar en la muerte

Un diagnóstico temprano podrá evitar que los pacientes de esta condición experimenten situaciones que pueden afectarle a ellos y a sus seres queridos. Lo anterior depende de que el paciente que presente estas señales en su comportamiento visite un médico psiquiatra. Los tratamientos considerados con más frecuencia, luego del debido diagnóstico por parte del psiquiatra, son:

  • Medicamentos – Hay varios medicamentos, para diferentes síntomas, que el especialista puede recomendar, pues cada caso y cada paciente es diferente y, por ende, se obtiene diferente reacción. El especialista hará su recomendación para encontrar el/los que resulte(n) mejor para el paciente. Es muy importante que el paciente comunique al doctor todos sus síntomas luego de tomar las medicinas y nunca debe dejar de tomarlas sin consultar con el médico. Repetimos, encontrar la combinación de medicamentos para cada caso puede tomar un tiempo, pero se logra y, con ello, la posibilidad de llevar una vida estable.
  • Psicoterapia – La también llamada terapia de diálogo, puede ayudar al paciente a cambiar su comportamiento y manejar mejor su vida, así como a mejorar la relación con su entorno cercano. No es raro que el terapeuta incorpore a familiares y amigos en esta terapia.
  • Terapias con expresiones artísticas son también muy positivas, la práctica de la meditación, al igual que practicar rutinas de ejercicios intensos, particularmente para pacientes cuya tendencia es hacia la manía.

Tanto las personas que comienzan un tratamiento, como quienes le rodean, deben tener paciencia y entender que los resultados pueden verse más rápido o más lento, pero con esfuerzo y disciplina, siempre se va a ver su efectividad. Para mejorar sus circunstancias el paciente debe seguir una buena rutina que le permita comer y dormir suficientes horas y alejarse de situaciones de riesgo, tanto desde la perspectiva del ‘estrés’, como de estimulantes que inducen a excesos. La psicoterapia es definitivamente útil para mejorar la ‘autoimagen’ del paciente y ayudarle a trabajar con los efectos de los medicamentos, algo muy importante para que su vida diaria y la de su entorno, mejoren hasta lograr estabilizarse.

Los familiares y personas que rodean a un paciente bipolar deben entender que para ellos enfrentar su realidad es muy difícil y doloroso, que lo que parecen actuaciones desordenadas voluntarias, son precisamente producto de su falta de control y de fuerza de voluntad motivadas por la condición.  Tampoco es raro observar que se revelan con sus “dioses”, sean religiosos, intelectuales o filiares, de modo que son las figuras de mayor importancia en sus vidas, sus ídolos, los que van a notar mayor cambio en la conducta del paciente hacia ellos.  Lo importante, es no dejarlos solos, aceptar que están enfermos, que aunque se quieran alejar, hay que mantenerlos cercanos, aunque no manifiesten sus sentimientos, hay que amarlos, pero sobre todo, no juzgarlos ni confrontarlos.

Nota: Este reportaje solo pretende ofrecer información general para conocer sobre esta condición y no es una guía médica. Para el mismo fueron utilizadas como referencia las siguientes fuentes:

https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/trastorno-bipolar-facil-de-leer/

http://www.mentalhealthamerica.net/conditions/trastorno-bipolar-lo-que-usted-necesita-saber

 


Comments are closed.

Back to Top ↑