Desgaste en relación de pareja
Por: Ivelisse Agostini
Para algunas parejas, la reciente celebración del Día de San Valentín se convirtió en un “reality check” que les mostró los cambios que se han dado en su relación amorosa. Y, es que la rutina en el hogar, el estrés del trabajo, las presiones sociales y otros factores externos, van agobiando a uno y otro hasta dejar atrás los detalles que despertaron en ellos la atracción y el deseo de estar juntos.
Ante esta realidad, corresponde que repasemos los síntomas que pueden hacerte sentir que tu relación esta algo desgastada:
- Se ha perdido la comunicación y la complicidad en torno a lo que uno y otro disfrutan, para limitarse a lo que es rutina y preocupaciones comunes.
- Han descuidado su físico y dejado de “coquetear” con el otro.
- No utilizan palabras de admiración y agradecimiento entre sí, más bien de crítica y descontento.
- No existe interés en complacer al otro, ni de sorprenderlo con sus gustos.
- El contacto físico se ha limitado, incluyendo muestras de afecto y hasta en el sexo.
Los anteriores son solo una muestra de situaciones comunes, para las cuales existen soluciones que se pueden lograr a corto y largo plazo, siempre y cuando no haya una crisis mayor, en cuyo caso se requiere acudir a un experto en consejería que les ayude a superarla.

Las muestras de afectos, tan sencillas como un roce cariñoso o tomarse de las manos, no pueden dejarse a un lado. Suministrada.
Si te preocupa tu relación y te identificas con algunos de los síntomas antes mencionados, te aconsejamos que analices qué ha cambiado en el comportamiento de uno y otro y comiences a dar pequeños pasos (no todos a la vez) para volver a tener la “conexión” que una vez tuvieron. Es tan sencillo como repasar lo que sabes que le atrajo de ti:
- los temas positivos que despiertan su interés para conversar
- prepararle o preparar juntos lo que más les gusta comer o beber
- la música que les agrada
- la película que más les gusta
- la forma sencilla de entretenerse que ambos disfrutan.
- O sea, vuelve a traer al escenario lo que con toda probabilidad han dejado atrás, incluyendo un roce, tomarse de la mano o darse pequeños abrazos
Por muy fría que esté la relación, vas a obtener alguna reacción positiva con cada uno de estos pasos. Y digo con cada paso, porque es importante que entiendas que no puedes usar todas tus opciones de una vez, igual que no fue de un día para otro que cayeron en la situación en que están. Irónicamente, puede ser aconsejable que hagas de cada paso, parte de tu rutina, como parte del proceso de reconquistar tu relación.
En la medida en que la otra persona “se abra”, tendrás oportunidad de ir conectando con ella y mostrando tu entusiasmo por cualquier reacción positiva. Recuerda que tú eres parte de la ecuación y que tu pareja puede tener “sus quejas”. Por eso, si en el proceso de “abrirse” expresa malestar, no reacciones de forma emocional. Lo ideal es que eventualmente logren que fluya un dialogo sin drama, tal cual amigos que analizan a otros y no a ustedes mismos. Luego, deben buscar los puntos de encuentro y buscar espacio para negociar con honestidad y buen deseo de ambos. Si no obtienes frutos, sea porque no fluye la comunicación o el interés, sigue dando pasos, poco a poco. Los cambios que vayas implementando se van a notar y en algún momento lograrás que la otra persona reaccione.

A través de la relación de sus padres es que los niños aprenden a amar. Si estos no muestran complicidad y afecto entre ellos, aprenden a manipular. Suministrada.
De otra parte, si en tu análisis te das cuenta de que las dificultades surgen porque todo el tiempo es dedicado a los hijos o que el distanciamiento viene por desacuerdos en torno a ellos, asegúrate de buscar un consejero experto en relaciones de familia con quien puedan compartir la preocupación en torno a su relación pareja y la crianza de los niños. Como mencionamos antes, “mirar desde afuera” ayuda a ver las cosas más claras. Esto último, lo digo por conocimiento propio y por haber obtenido resultados exitosos.
Al final, es importante destacar que, aunque de alguna manera estos desgastes pueden ser algo común después de cierto tiempo y/o por las circunstancias particulares de cada pareja, no es algo que se deba dejar pasar por alto. Lamentablemente el desgaste en una relación que no es bien atendido puede llevar a que se separen emocionalmente y hasta a una separación definitiva.