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Hogar Santa Teresa Jornet

Por: Sylvia A. Agostini

editorial@placerespr.com

Tan temprano como en el año 1873, el sacerdote Saturnino López Novoa y la Hermana Teresa Jornet, fundaron la Orden de Hermanitas de los Ancianos Desamparados, cuya sede principal desde entonces está en Valencia, España. La Hna. Teresa Jornet fue canonizada por el Papa Pablo VI en 1973 y proclamada “Patrona de la Ancianidad” en 1977. Mientras, en julio de 2004, el actual Papa Francisco I, mediante decreto, nombró “Venerable” al sacerdote Saturnino López Novoa.

Hasta el día de hoy, la Orden de Hermanitas de los Ancianos Desamparados cuenta con 200 asilos, repartidos por todo el mundo. Cuatro de ellos están establecidos en nuestra Isla: en Cupey, Puerta de Tierra, Ponce y Hormigueros.

Sin duda, el camino de generosidad y amor de Santa Teresa Jornet se sigue desplegando a través de la incansable labor de su Orden. Su empeño principal es: “Ofrecer solidaridad y protección a las personas de edad avanzada, desvalidas, pobres, enfermos”…necesitados.

El hogar de ancianos ubicado en Cupey, se estableció hace más de 55 años. Ofrece una labor continua y ha dado acogida a más de 3,200 ancianos. Este lugar de retiro, atiende a 195 envejecientes de 60 años o más y es una residencia amplia de cuatro niveles.

Requisitos para Ingresar al Hogar:

Tener 60 años o más
No padecer enfermedades infecto-contagiosas
No sufrir condiciones que alteren la convivencia de la población en general

Al momento de seleccionar el lugar donde está enclavado este Hogar, las Hermanas supieron prever su extraordinario punto de localización, aunque no contaban con los accesos viales de hoy. La estructura es muy amplia y tiene espacio suficiente para ofrecer servicios y atención a los que alberga en sus cuatro niveles, incluyendo las Hermanas de la Orden. Del lado izquierdo de cada piso residen los caballeros y en el derecho las damas. Cuenta con cuartos privados donde residen las personas que se pueden valer por sí mismas y habitaciones con acomodo para dos o tres camas, según sea la necesidad.

Cuando usted sobrepasa el área de estacionamiento y cruza el umbral encuentra las oficinas, la capilla y los pasillos que rodean su patio interior, el cual forma un cuadrante a la usanza de las antiguas construcciones españolas. En lo alto se observa un techo transparente que protege esa área, pero permite la entrada de la luz del sol o el gris de la lluvia. Hay fuentes de agua adornadas con hermosas flores y un despliegue de sillones que acomodan a los ancianos, cuando pueden permanecer en el área, durante algún momento del día. En el Hogar se comienza el día luego de que las Hermanas verifican el sueño de los residentes. Más tranquilas, luego de esta primera supervisión, se retiran a rezar durante una hora y luego regresan para, asistir a sus colaboradores en el aseo personal de los envejecientes, en sus necesidades alimentarias y para que aquellos que así lo soliciten ayudarlos a asistir a la misa que ofrecen a diario. Hoy día el Hogar alberga ocho ancianos sacerdotes católicos, en un pabellón aparte. En los hogares de esta Orden no se discrimina por ideología, raza o condición social, y se recibe con prioridad a las personas de escasos recursos, aunque alberga además, personas con ingresos económicos.

Sor Ángeles Garrido es la Hermana que dirige con mucho amor y entusiasmo las facilidades de este Hogar. Con ella laboran doce hermanas y 90 empleados y voluntarios. El Hogar Teresa Jornet cuenta con una sala de enfermería 24-7 donde dan servicio a los que así lo necesitan y cuentan con la visita diaria de un profesional de la salud que atiende y da seguimiento a los casos que así lo requieren. Además, el espacio exterior les permite mantener hermosas flores y un huerto donde cultivan productos para su propio consumo, entre ellos, yuca, plátanos y otros frutos menores. En el interior del edificio, los ancianos disponen de un área de esparcimiento donde pueden reunirse a ver televisión, videos, compartir sanas actividades, conversar y hacer manualidades. No es raro sorprender a los ancianos caballeros compartir un juego de dominó.

Para los ancianos que gozan del privilegio de permanecer en este Hogar la vida se convierte en un regalo de Dios. Así lo testifican los tableros de información repletos de evidencia de los ratos que comparten en distintas actividades, en fechas especiales, como el Día de la Amistad y cada cumpleaños.

En este recinto de paz y amor se respira la presencia del Señor.

Todas las instituciones sin fines de lucro necesitan nuestra ayuda voluntaria y económica y suelen recibir grupos que traen materiales de primera necesidad para la comunidad de ancianos.

Infórmese en: (787) 761-5805

jornet@prtc.net