Impresionante Residencia de Bad Bunny
Por: Ivelisse Agostini
Con sorpresa y agradecimiento recibí la invitación para asistir a la “Residencia de Bad Bunny” en el Coliseo de Puerto Rico, José Miguel Agrelot, “venue” que está dando cátedra de excelente organización, servicio y seguridad.

Para cada función, el público llega desde temprano para disfrutar de lo que sucede en las exhibiciones en el exterior del “Choli”. Foto: placerespr.com
Confieso que no conocía a cabalidad el repertorio del cantante, más allá de que su contenido es “muy fuerte”, a excepción de algunas canciones de su nuevo álbum, y de que sabía uno que otro estribillo como el de “la titi y las muchas novias”. Sin embargo, hubiera sido imposible rechazar la oportunidad de ver en persona al que actualmente es el artista puertorriqueño más famoso en todo el mundo, quien, motivado por el deseo de contribuir con el turismo y con nuestra economía, decidió organizar esta “residencia” de tres meses. Aunque sabemos que no perderá dinero, sin duda alguna, hubiera ganado mucho más entre auspicios y venta de boletos con 30 funciones como parte de una gira internacional. Tan real es esto que, en el género de música que interpreta, es mucho más el dinero que ganan nuestros exponentes en sus giras en el extranjero, que el que pueden aspirar a ganar en presentaciones locales.

La colección de “tennis” de Bad Bunny y todo una espectacular manicura, son muestra de cómo los asistentes quieren lucir lo mejor del artista. Fotos: placerespr.com
Aclaro que, en el deseo de convertirme en mejor persona, no me interesa juzgar ni ser crítica y que, si no tengo algo bueno que decir, mejor me abstengo de comentar. Tampoco soy fanática del “relativismo” que tantas cosas permite en perjuicio de la moral. Dicho esto, tengo que decir que fui preparada para la crudeza del contenido de canciones de “perreo” demasiado explícitas para mi gusto, pero que en otras manifestaciones artísticas alegadamente “más elevadas” culturalmente hablando existen igualmente y desde todos los tiempos. Recuerdo cuando en primer año de universidad (han pasado varias décadas) nuestro maestro de literatura nos puso a leer en voz alta “las hazañas”, muy realistas y de contenido sexual, del protagonista en el libro “San Camilo” de Camilo José Cela, autor español y Premio Nóbel de Literatura. Asimismo, muchos de los grandes pintores, comenzando por el famoso Dalí, son más que explícitos en el tema sexual, igual que sucede con innumerables películas y funciones de teatro y de forma ilegal por “internet”. El morbo se “cuela” por todas partes y no siempre lo podemos evitar.
Les comento que mi impresión de Benito es que es un joven muy talentoso que indudablemente fue criado con valores que demuestra con su evidente humildad, una sorprendente ternura que fluye en momentos en que habla sobre ser agradecidos, y con su empeño en que valoremos nuestra puertorriqueñidad. Me consta, además, que de forma discreta favorece varias obras locales de índole social. Desde la perspectiva artística, para este concierto no dejó un solo “cabo suelto”, i.e.: la espectacular escenografía, donde me encantaron las “matas de plátano”, el árbol de flamboyán y la casita de campo, y que todo está bien pensado para que el espectáculo fluya y puedan destacarse el artista, los músicos y los bailarines de bomba y plena. Asimismo, los efectos audio visuales y la sabia forma en que organizó el repertorio, de alguna manera segmentado por los diferentes géneros, mantiene el entusiasmo en todo momento, demostrando que su éxito parte de ser un artista exigente y perfeccionista.

La producción se ha asegurado de ofrecer en sus servicios de comida y bebida todo recuerde nuestro Puerto Rico, como los helados de coco, parcha o piña. Foto: placerespr.com
Benito ya se luce interpretando temas de salsa, demostrando que tiene buena voz y muy buen ritmo. En su presentación fuera de los famoso temas de “perreo”, Benito no fue vulgar y no recuerdo palabras soeces más que en unas pocas ocasiones y muy bien insertadas. De igual forma, no recuerdo ninguna alusión política y sólo muestra su orgullo y empeño en destacar nuestra puertorriqueñidad y el deseo de permanecer en esta tierra de la cual ni él, ni nosotros queremos partir. Llama la atención que el crudo perreo y lo explícito del mismo, sea algo con lo que se identifiquen tantos, pero no el hecho de. que esto sea algo que aprovechen tantos exponentes. Cabe destacar que los asistentes que llenaban el espacio a toda capacidad entonaron cada letra interpretada por el artista, de principio a fin. Notable es que la mayoría de los asistentes eran jóvenes adultos y que eran contados los niños y adolescentes. En este sentido, creo que estos últimos no debían estar allí, ni siquiera acompañados, pues no tienen la madurez para discernir sobre muchos de los temas.
A final, todos salimos del concierto muy animados, admirados y gratamente sorprendidos con el artista, capaces de poder apreciar la razón de su éxito internacional. Yo pienso que Benito va a continuar evolucionando positivamente y no me sorprenderá ver una gran transformación personal, que ya le pesa sobre los hombros por el éxito que ha logrado, lo influyente que puede ser y porque detrás de su personaje, parece esconderse un individuo de excelentes sentimientos al que le deseo todo lo mejor del mundo, hasta que se gane el Cielo.
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