Soltera y Feliz
Por: Myra Sánchez
Estamos en marzo, escogido internacionalmente para dedicarlo a la Mujer, quien, sin lugar a duda es la figura de mayor transformación social en los últimos tiempos, especialmente en los países de occidente. Del otro lado del mundo, dependiendo del lugar en el que nacen y la cultura particular en que crecen, también son muchas las que no pueden ser libres de tomar hasta sus decisiones más personales.
Aunque la mayoría de las mujeres siguen soñando encontrar un “príncipe azul” y tener hijos, por lo común, cada mujer aspira a tener primero una profesión o alguna carrera técnica que le guste ejercer y con la cual pueda ganarse la vida. La tendencia que comenzó “despacito” a principios del siglo XX, se fue apoderando de la sociedad y la mujer ha logrado alcanzar posiciones de liderato a todos los niveles, hasta la de dirigir los destinos de algunos países.
El cambio en las circunstancias socioeconómicas de la mujer ha sido mayormente positivo, sin embargo, ha tenido su impacto en el rol que ocupa dentro del núcleo familiar ya que, aunque deseen poder manejar su profesión y su hogar de forma exitosa, si no tienen la comunicación, la colaboración de su pareja y las destrezas personales necesarias, el núcleo se puede tornar disfuncional con los problemas que ya todos conocemos. Esperar un 50/50 en una relación pareja es casi tan utópico como el que existan príncipes azules y, como la mujer tampoco es lo abnegada que una vez fue, ha decidido posponer la idea de casarse y, de hecho, esperar a que la alarma de su reloj biológico suene, para decidir tener hijos.

Practicar deportes al aire libre y en grupo es una de las actividades favoritas de las solteras. Suministrada.
Así las cosas, cada vez son más las mujeres que, por las razones que sean, se ven abrazando su soltería o las que tras un divorcio no desean volver a legalizar uniones. Las mismas circunstancias antes descritas han provisto para que, pasado el “reality check” de lo que les haya tocado vivir, aprendan a estar solteras y felices y/o sacar ventaja de su realidad. Y, es que, en estos tiempos ser soltera o divorciada dejó de ser el estigma que una vez fue. Mejor aún, la mujer ha ido desarrollando también una gran habilidad para adaptarse y recuperarse y no tiene tantas reservas como los hombres para salir en busca de ayuda psicológica cuando siente que la necesita. Porque estar soltera no es equivalente a estar solo ni tampoco a ser infeliz. El asunto es aprender a hacerte de herramientas para conseguir sentirte bien.
Para los estudiosos de la conducta, las siguientes son algunas características de quienes han logrado ser felices con su soltería, detalles que pueden ayudar a las que están en las mismas circunstancias y no lo han logrado:
- Aprende a conocerte y descubre las pequeñas cosas que te hacen feliz; tan simple como si es alguna comida que puedas preparar o salir a buscar; ir a lugares públicos para hacer ejercicio; tocar algún instrumento o ir a escuchar música en vivo, visitar lugares interesantes; ir al cine o ver buenas series, pintar; leer; coser; cultivar plantas; etc., etc./…pequeñas cosas.
- Dedica toda tu energía a amarte y superarte porque la soltería presenta una oportunidad única de hacer planes, establecer y lograr metas, así como ocupar el tiempo en lo que sean tus prioridades para superar cualesquiera que sean tus circunstancias.
- Haz un plan para lograr objetivos realizables a corto y largo plazo. Nada como ver que vas logrando cumplir algunos deseos por cuenta propia.

Si tu realidad actual es producto de un rompimiento, busca nuevas amistades que no tengan que ver ni con tu ex, ni con su entorno. Suministrada.
4. Evita o interrumpe cualquier pensamiento que te haga revivir recuerdos de algún pasado en pareja, tanto si fue bueno, como si no lo fue.
5. No te castigues echando culpas al otro o a ti misma por lo que no funcionó; en una relación no existen fracasos, siempre se aprende algo y, en el peor de los casos, no es el individuo quien falla, sino la relación entre dos que no pudieron enfrentar los desafíos juntos. Por ello, no andes tampoco relatando tus historias pasadas a nadie, a menos que sea un profesional de la conducta… y sí, vale la pena pagar por esa ayuda –te escuchan y te aconsejan.
Al final, los solteros felices son los que logran sentir amor propio y aprenden a aceptar el reto de tomar las riendas de su vida y a “echar pa’lante” sin muletas. Y, no puedo evitar mencionar que, en muchos casos, son felices porque tienen Fe y ven en Dios al mejor de sus amigos.