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Valores Humanos: El Honor

Por: Héctor (Luigi) Pérez-Díaz

editorial@placerespr.com

Hace algún tiempo, un amigo líder de una Tropa de Scouts en Bayamón, me invitó para que ofreciera una charla a los scouts sobre el tema: El Honor y los Valores Humanos. Si bien es cierto que me pareció una cosa sencilla, el asunto comenzó a preocuparme pues vivimos tiempos difíciles en donde hablar de asuntos como el Honor o los Valores Humanos no es algo fácil; aun así, cumplí con la encomienda y a grandes rasgos, amparado en la Promesa y Ley del Scout de esto fue de lo que hablé.

El escutismo es una de las organizaciones que fomenta el honor entre sus valores. Suministrada.

Valores humanos, son cosas que hemos ido perdiendo poco a poco y entre estos, el honor, es tal vez el más importante.

El diccionario define la palabra Honor de varias formas:

Imparcialidad, Justicia, Rectitud, Integridad.
Muestra de distinción de que se pertenece a una familia íntegra (en el caso de los Scouts, la gran familia de Escutismo)
Tener, alta estima pública.

Yo, por mi parte, defino Honor como “algo que me permite vivir de forma íntegra”.

Aquellos que así lo deseen, pueden conseguir y leer la promesa y ley de los Scouts y ver que curiosamente, la misma se compone de tres partes, todas enfocadas en el HONOR.

Primera Parte de la Promesa

Por mi honor, prometo hacer, todo lo que de mi dependa, para cumplir con mi deber para con Dios y Mí Patria y obedecer, la ley del scout. (El scout promete por su honor que hará todas esas cosas).

Segunda Parte de la Promesa

Ayudar a todos mis semejantes, en todo tiempo y lugar.

Tercera Parte de la Promesa

Mantenerme, físicamente fuerte, mentalmente alerta y moralmente recto.

Los scouts se rigen también por una serie de “leyes” o reglas de conducta o sistema de valores que lleva a un scout a ser: Honrado, Leal, Útil, Amigable, Cortés, Amable, Obediente, Sonriente, Ahorrativo, Valiente, Limpio y Reverente.

A diario, faltamos a la escala de valores que todos debemos tener en la vida cuando: se miente, se hurta, se traiciona, se es deshonesto, se desea el mal a otros, se engaña. Además, se falta a la lealtad cuando el estudiante se copia el examen, se traiciona el amor al ser amado, se habla mal de alguien o se falsea la verdad en torno a algo o sencillamente, se despide a alguien del trabajo en base a falsas acusaciones o criterios vanamente formulados.

A uno de estos scouts que conozco, un Escucha Águila hoy convertido en todo un Ingeniero, le aconsejé un día lo siguiente: “Jamás pongas tu firma, ni estampes tu sello, en nada en lo que no estés de acuerdo, en lo que no creas, ni en nada que no sea correcto; o en nada a lo que te quieran obligar. Es preferible que te despidan, a que vivas el resto de tu vida escondiendo tu rostro enlodado porque hiciste trampas”.

Finalmente, terminé mi charla a aquellos scouts diciéndole, de lo triste que me siento cuando leo en los periódicos sobre faltas al Honor o desvíos en la Escala de Valores de muchos de nuestros ciudadanos.

El que hurta el agua y la luz de su casa.
El que construye una residencia sin tener los debidos permisos aprobados.
Aquellos que sobornan a cambio de dinero.
Empresas que se declaran en quiebras para evitar pagar deudas y luego, abren bajo otro nombre.
Un atleta que ganó medallas o premios mientras estaba bajo los efectos de las drogas y hoy es un bochorno para el deporte en su país.
La mujer que obligaba a su hija a prostituirse, por dinero.
El que abre el paquete de uvas en el supermercado, se las come y se marcha sin pagar.
Figuras religiosas de una u otra denominación que, amparados en su supuesta religiosidad, cometen actos insólitos.

Y si nos fijamos atentamente, se falta al honor o se desvirtúa la correcta escala de valores hasta en el criminal moderno. Antes, si era una persona la que buscaban, era a esa apersona a quien atacaban. Hoy, disparan sin importarles que muera gente inocente en el camino; la víctima, su conyugue, los hijos o personas inocentes.

Me entristece escuchar al vecino decir en voz alta: para que roben los otros, que roben los de mi partido.

… y la lista sigue.

El honor, o la escala de valores de no solo los scouts, de cualquier ciudadano común, debe ser algo muy puro, algo incorruptible. Es una enorme sábana blanca a la que no podemos permitir que le caigan manchas de tinta negra.

Terminé mi charla aquella mañana, envuelto en la esperanza de que mi mensaje, hubiese calado en la mente, no solo de aquellos chicos; también, de aquel puñado de líderes que allí estaban y que pudieran seguir, una vida recta, en HONOR y los VALORES correctos de la vida.