Cuándo usar mantel y cuál escoger
Por: Myra Sánchez
Aunque cada vez son más los que escogen mesas con topes atractivos para evitarlo, el mantel es un elemento común y necesario en la ambientación del hogar en todo evento que incluya gastronomía. Y, es que, tanto si tienes una cena formal como informal, el mantel toma relevancia pues es el detalle que logra la armonía y cohesión de toda la ambientación y/o personalizar la atmósfera que nos interese.
En el hogar pueden darse variedad de escenarios, uno donde co-existan un comedor formal y uno para uso diario. En el primer caso, son muchos los que no van a utilizar mantel para cubrir la mesa del comedor formal a menos que tenga invitados para compartir una cena. Otros, como una gran amiga que vive en los Estados Unidos y tiene un gusto impecable y mucho espacio para ambientar, decora la mesa del comedor formal con todo detalle, incluyendo cristalería, tal cual si estuviera lista para sentar invitados. La primera vez que lo vi era Navidad y era de ensueño.
Sin embargo, en el caso de un solo comedor, es muy probable que el uso de un mantel sea útil y un elemento que ayude a mejorar la imagen total del espacio. Mejor aun, en aquellos casos donde exista una mesa única, el mantel puede ser determinante para la proyección que desea darse al espacio en relación con la atmósfera total del hogar.
Cuando deseas que tu mesa tenga una proyección informal y quieres limitar los cambios al mínimo, pero que la mesa luzca atractiva, lo ideal es que utilices un mantel con un diseño y color sólidos, idealmente neutro, que combine con los colores de la decoración del espacio y que acudas a otros elementos como los manteles individuales o “place mats” y/o un “runner” para lograr un atractivo contraste de forma permanente o temporal, siempre considerando algún tono que esté presente en el resto de la ambientación. En torno al material, debes usar alguno resistente, de textura fina, para que no luzca ordinario. Si no puedes prescindir de la tela, entonces asegúrate que los manteles individuales, sean de un material resistente, lavable, siguiendo la sugerencia de elemento temporal o de contraste en un color más vivo. Si quieres ambientar con elementos de temporada, debes pensar en tener disponibles manteles con colores vivos o diseños de temporada, como son enamorados, madres, padres, halloween, acción de gracias, Navidad, etc. La mejor idea es siempre pensar en manteles de color sólido y acudir a los extras para lo temporal.
Asimismo, si deseas que tu mesa presente elementos temáticos, evita pasar la línea de lo divertido a lo ordinario, a menos que sea un evento totalmente casual. En este caso, si consigues un mantel con un estampado que te encante, escoge uno de los colores más brillantes del estampado para los demás elementos en la mesa. Te cuento que en esto de manteles divertidos, existen sitios en la “internet” que ofrecen el servicio de crearlos con diseños específicos-personalizados, pero no necesariamente económicos.

Escoge manteles en colores sólidos, aun cuando desees ambientar con elementos temáticos o de temporada. Se verá mejor y el contraste resaltará los acentos. Suministrada.
Para darle formalidad a tu mesa si se trata de un evento mas elegante, debes utilizar manteles de telas finas como el lino, en colores básicos como lo son el blanco, el tono “beige” claro o el gris. Para complementar, utiliza servilletas de tela en un tono suave que contraste con el mantel y/o armonice con el resto de los elementos, incluyendo la vajilla fina. Si utilizas porta-servilletas, debes considerar el tono del mantel o de algún elemento o textura semejante a los cubiertos o la vajilla y hasta el llamado “charger”. Si se utiliza un mantel con detalles en encaje o bordado evita marcados contrastes y mantén la uniformidad de tonos en todos los elementos, de modo que haya sobriedad y buen gusto.

Los colores neutrales, la cristalería fina clásica y algún acento metálicos son comunes en las mesas formales. Suministrada.
En cualquier caso, otro punto a considerar es que te asegures de utilizar el mantel con la forma y medida correcta de tu mesa y una caída de entre 8 y 12 pulgadas. Esto es contrario a lo que sucede en eventos privados como un banquete de bodas en que lo usual es utilizar manteles hasta el piso y un mantel corto en contraste de color o textura sobre el primero.
Al final, lo importante es que tengas siempre presente que el mantel parece un elemento poco relevante, pero en la práctica puede hacer la diferencia cuando deseas lograr una ambientación agradable bajo toda circunstancia.