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Son la misma especie, pero cada raza es distinta…

Por: Armin Frehoff,

El American Kennel Club estima que existen alrededor de 200 razas de perros.  Aunque todas pertenecen a una misma especie, su tamaño, tipo de pelaje y hasta para qué propósito la raza fue desarrollada influyen en su salud, temperamento y el tipo de cuidado que es el idóneo para cada perro.

Por ejemplo, muchas razas grandes necesitan más espacio para moverse y ejercitarse, y pueden padecer de condiciones en sus articulaciones, como la cadera.  Estos perros de gran tamaño quizás necesiten también más entrenamiento que una raza pequeña.  También pueden padecer de condiciones del estómago.

Los perros de raza pequeña son más propensos a sufrir problemas dentales, lo cual los hace necesitar chequeos y limpieza más frecuentes.  El metabolismo de un perro pequeño funciona a un ritmo más acelerado que el de un perro de mayor tamaño, en parte porque le cuesta más esfuerzo mantener su temperatura corporal estable.  Este ritmo corporal debe ser compensado con ayuda de la alimentación, comiendo más a menudo alimentos específicos para ellos. Asimismo, el formato del alimento debe ser en croquetas o bolitas mucho más pequeñas.  Además, 60% de los perros miniatura padecen del corazón en algún momento de sus vidas.

El pelaje o falta del mismo también es un factor determinante en el cuidado de un perro.  Por ejemplo, los Chinese Crested o American Hairless Terrier casi no tienen pelo, sino una pelusa muy fina en algunas áreas. Para poder salir bajo el sol, necesitan usar un protector solar específico. De igual forma, hay que bañarlos semanalmente y aplicar cremas hidratantes para evitar grietas que puedan convertirse en heridas.  Los perros de pelo largo necesitan cepillado a diario para evitar enredos.

El temperamento también es distinto en cada raza:  el de un chihuahua tiende a ser voluble, nervioso y dominante, aunque muy inteligente y cariñosos con su guardián; un gran danés por lo general es cariñoso, gentil y protector.  Unas razas tienden ser más fácilmente entrenables que otras.  Los terriers no tienen el mismo temperamento que un perro que fue creado para trabajar, como el San Bernardo, por dar un ejemplo.  Por eso, conocer para qué propósito fue creada la raza de su perro puede ser determinante en entender por qué se comporta de la manera en que se comporta y cómo entrenarlo.

En cuanto a la alimentación, siempre debe ser de alta calidad, pero el tamaño y hasta la raza de cada perro requiere una alimentación distinta, debido a las combinaciones de todas estas diversas características y propensión de padecimientos de cada una.  Por ejemplo, hay razas con mandíbulas diferentes y conductas distintas que algunas veces presentan retos en la forma de comer.  Para estas diferencias, existen alimentos específicos que adaptan el tamaño, densidad, textura y forma de la croqueta para cada raza.  Estos alimentos también toman en consideración las necesidades del tipo de piel, pelaje, musculatura y otras características de la raza.  Un régimen de alimentación específica para cada tamaño y raza, un buen entrenamiento y las visitas al veterinario son claves para manejar lo que trae el DNA que cada perro y las características y condiciones de su raza.

NOTA:  El autor de esta nota, Armin Frehoff, es veterinario gerente para México y Puerto Rico de comunicación científica de Royal Canin


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