Capitán Carlos Benítez
Por: I.M.A. Torres editorial@placerespr.comConocer la trayectoria de Carlos Benítez, propietario y fundador de Benítez Aviation, Puerto Rico Helitours y Benítez Flying School, despierta nuestra admiración y respeto porque, mediante esfuerzo personal, ha logrado alcanzar cada una de sus metas.
Comenzó y sigue ofreciendo “tours”.
El hoy Capitán, comenzó su vida profesional dentro de la fuerza policiaca en Puerto Rico, particularmente dentro de la división F.U.R.A., lugar donde conoció a quien considera su mentor. Su primera motivación fue convertirse en piloto de helicópteros, lo cual logró gracias al sacrificio de sus padres y de su esposa. Los primeros, hipotecaron su casa para que él pudiera irse fuera de Puerto Rico por dos meses para estudiar y tomar la primera licencia; su esposa, aceptando separarse cuando apenas tenían seis meses de casados. Carlos nos cuenta que “Hace trece años en Puerto Rico no existían escuelas accesibles para alguien de origen humilde”. Esa limitación del mercado y otras necesidades que fue identificando con el tiempo, fueron su motivación para continuar estudiando y obtener cada una de las licencias con las que ha logrado establecer su negocio y la diversidad de productos y servicios que ofrece. Cuando le preguntamos a Carlos cuál fue el “detonante” para decidir establecer su propio negocio nos dijo: “Reconocer que a menos que fuera el jefe, no tenía la potestad de tomar decisiones para que las cosas se hicieran como yo entendía eran correctas y exitosas”.
El Capitán Benítez nos habla de que la estructura del “check list” con que fue alcanzando metas y una gran disciplina, han sido las claves para lograr cada uno de los objetivos alcanzados: licencia privada piloto de helicópteros, licencia comercial piloto de helicópteros, licencia como instructor helicópteros, licencia piloto de avión y licencia instructor avión.
Cuenta con aviones y da servicio a naves privadas.
Su experiencia como empresario comenzó ofreciendo “tours” en helicópteros, luego viajes “charters” para empresas, artistas y políticos. Posteriormente, comenzó una división de “management” que ofrece servicio a dueños de naves privadas y luego logra establecer la escuela de aviación, donde existe la oportunidad de convertirse en piloto, sin tener que salir de Puerto Rico. Entre el sinnúmero de satisfacciones recibidas a través del tiempo comenta que la mayor es “Que otros alcancen su sueño de lograr una carrera que antes no era posible; compartir con viajeros locales y turistas la experiencia de ver lo hermoso que es nuestro país y hasta ser el medio de transporte en emergencias que incluyen órganos destinados para trasplantes”.
El trabajo duro, su pasión y la habilidad que demuestra para ejecutar proyectos e ideas le han abierto puertas a Carlos a través del tiempo, y dos años luego de establecido su primer negocio, ya sabía que tendría éxito. Sin embargo, destaca el apoyo de sus padres, de su mentor, de algunos amigos, pero sobre todo, el de su esposa, quien sacrificó una exitosa carrera de ventas para hoy unirse a la empresa. Una esposa que se ríe cuando el menciona que ella se alarma cada vez que le dice “Tengo una idea descabellada”…
Carlos nos regala la primicia de que a corto plazo su compañía estará ofreciendo la alternativa de dar “tours” a los viajeros de barcos cruceros que visitan el puerto de San Juan, algo que sin duda representa un gran atractivo para los turistas, a quienes transmitirá el amor que siente por su país.
Equipo y mantenimiento excelentes.
Entre sus metas se encuentra la expansión de su compañía a otros mercados de habla hispana, algo que sabemos estará logrando muy pronto.
El mejor consejo que el Capitán Benítez ofrece para quien desea establecer un negocio es “Que no te rindas” porque “Te quieres rendir todo el tiempo, es normal, pero no puedes, no debes. Ni siquiera cuando alcanzas el éxito esa idea desaparece, porque entonces surgen otras cosas, hasta actitudes equivocadas de gente que cree que uno ha cambiado… Lánzate, no te rindas”.
Sobre el futuro de su negocio nos dice que hay muchas áreas de crecimiento para la empresa que hoy es taller de trabajo para 16 personas, entre las cuales hay siete pilotos. “El tiempo me ha demostrado que las oportunidades surgen cuando se hacen las cosas bien”, nos dice.
Le preguntamos qué piensa de la situación actual de la Isla y afirma “Todos los días veo a Puerto Rico desde arriba, su hermosura, su maravilla y no puedo ver más que posibilidades. Si hoy me quitan de mi ganancia, seguiré trabajando con lo que resta, igual de duro, con la misma pasión, hay que hacer las cosas bien. No podemos darnos el lujo de que ‘el profit’ afecte nuestro ‘performance’, nuestra magia, nuestra pasión”.
La historia del Capitán Carlos Benítez justifica afirmar que pueden darse buenas noticias entre los que están dispuestos a “fajarse”, muchas veces solos, como él lo estuvo por años, hasta teniendo dos trabajos.
Capitán Carlos Benítez, ha sido un placer conocerle. Que Dios le permita seguir alcanzando sus sueños, sirviendo y dando honra a nuestro Puerto Rico.
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