Efectos de la Gratitud
Por: Ivelisse Agostini
Por definición, la gratitud es un sentimiento a través del cual valoramos y expresamos nuestra estima por un bien recibido, sea espiritual o material. A tales efectos, expresar gratitud es una opción, no una obligación, pero quien desea expresarla puede usar tanto la palabra, como una expresión física o una acción recíproca.
En homenaje a lo que es importante, pero no obligado, a través del tiempo se han ido creando días de celebración como reconocimiento, lo cual es el caso del Día de Acción de Gracias. Sin embargo, agradecer no puede ser algo de un día, como tampoco puede ser celebrar el amor, a las madres o a los padres.
Afortunadamente, todavía podemos reconocer entre nuestra gente que la solidaridad sigue siendo algo común… y, que nos gusta dar y compartir. Lo que no necesariamente sigue presente entre nosotros, es el espíritu de agradecimiento que procede, como antes mencionado, de valorar lo que tenemos. Para quienes no saben valorar las cosas buenas, será necesario analizar las circunstancias de otros, porque la mayoría vive peor, tanto en el aspecto físico, como económico, como emocional.
El mayor enemigo del agradecimiento es la inconformidad, la envidia y el deseo de querer tener siempre más porque, en apariencia, hay gente que “vive mejor”, “tiene más” o “logran todo”. Y, es que vivimos para “las gradas”, para que los demás nos vean como dicta el “desorden social” del mal llamado éxito, sin valorar lo que es realmente importante. Precisamente, ante esas falsas premisas que pueden evitar expresar gratitud, corremos el riesgo de convertirnos en personas infelices.
Desde la perspectiva emocional y física, la gratitud, igual que sucede con el perdón, tiene efectos muy positivos que se han podido comprobar a través de estudios y experimentos entre grupos de personas. Aquel que dedica tiempo a reconocer los motivos para estar agradecido, por lo general, tiene una actitud más positiva para afrontar las circunstancias que se presentan en el diario vivir. Además, actúa con más entusiasmo y energía, lo cual incide en buenos resultados, no solo en lo social sino en lo académico o laboral y en las relaciones de familia. El que es agradecido, tiene mejores oportunidades de ser feliz, en lo mucho y en lo poco.
Aquellos que no reconocen ni dan valor a todo lo que tienen, sobre todo porque lo han logrado con esfuerzo personal y dedican horas, días y semanas a recordar sus problemas, los convierten en eternos, provocando tristeza y pesimismo. Peor aún, la mente que genera energía tan poderosa, transmite esa emoción al cuerpo, provocando enfermedades y proyectando en su entorno un aura de infelicidad que las personas perciben.
Los conocedores de la conducta humana reconocen el agradecimiento como una herramienta tan valiosa para tener buena actitud ante la vida, que recomiendan llevar un “registro” escrito de todas las buenas cosas que nos pasan a diario y el valor que tienen. Otros sugieren que escribas notitas recordando dar gracias y las pongas en lugares donde inevitablemente vas a verlas. En el caso de Rhonda Byrne, autora del exitoso libro El Secreto, que algunos conocen como “el libro de la gratitud”, su tesis sobre la ley de atracción la lleva a sugerir que se hagan listas diarias de agradecimiento, no solo por lo bueno que te ha sucedido, sino por lo que deseas recibir. Según entiende, practicar la gratitud tiene un efecto magnético para lograr una vida plena y maravillosa.
Desde la perspectiva religiosa, aquellos que somo cristianos, conocemos incontables pasajes bíblicos en los que aun ante el quebranto, el dolor y la tristeza, podemos ver la fidelidad de Dios Padre e infinitas razones para dar gracias por su misericordia. Particularmente en los Salmos, hay infinidad de versículos que nos recuerdan dar gracias a Dios lo que algunos hacen orando, con rendición, con himnos o alabanzas. La forma de expresión no es tan importante como la intención de agradar a Dios, sobre todo cuando hacemos una súplica y le damos gracias antes de que el deseo sea cumplido. En este caso, el agradecimiento es una muestra de Fe. Por el libre albedrío que el hombre posee, el mundo ha ido tornándose en un lugar bastante complicado, pero para los creyentes, aunque pasemos por caminos difíciles, Dios está con nosotros y siempre, siempre, tenemos razones para agradecerle.
Al final, cuando obramos bien, en favor de otros, se siente maravilloso que nos den las gracias y, por ello, agradecer, no solo es bueno para nosotros, sino para nuestro entorno.
¡Seamos agradecidos!