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El auge de los “contratistas independientes”

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El auge de los “contratistas independientes” es el resultado de la pérdida de empleo entre técnicos y profesionales debido a la crisis financiera en nuestro país.  Sabemos que muchos emigran con la esperanza de encontrar un empleo a tiempo completo que genere los ingresos y ofrezca los beneficios de los cuales antes disfrutaban.  Pero para los que se quedan en la Isla, una alternativa es la de trabajar “free lance” como “consultor”, que correctamente expresado en términos legales es un contratista independiente.

Sentido, responsabilidades y ventajas 

Este término se refiere a aquellas personas que, mediante contrato, ofrecen servicios profesionales en su área de “expertise” a empresas o entidades.  Bajo estas condiciones, el “contratista” adquiere la responsabilidad fiscal de rendir sus contribuciones de forma independiente y por supuesto, de operar de acuerdo a las leyes del país.  De otra parte, cada compañía “contratante” debe retener y pagar el 7% luego de que el contratista haya ganado $1,500 o  más y pagarlos a Hacienda antes del 10 de cada mes, así como proveer al contratista la forma correspondiente al final del año para que estos la incorporen en su planilla de contribución como parte de sus ingresos y retenciones.

La ventaja para el contratista independiente es que puede ofrecer y devengar ingresos de diferentes fuentes sin estar regido por horarios específicos, escogiendo dónde, cómo y cuándo le sea más conveniente realizarlos, siempre y cuando cumpla con los términos de entrega.

Para el contratante, la ventaja resulta en menos gastos ya que sólo tiene que pagar por “tarea realizada”, sin tener que cubrir las responsabilidades que la ley exige a los patronos, como lo son  los pagos de Seguro Social, Medicare, Desempleo, vacaciones y bonos, entre otros.  Para negocios pequeños o aquellos que comienzan, lo común es tener una operación con un mínimo de personal fijo y contratar por servicios profesionales todo lo que sea posible.

Recomendaciones

Las empresas contratantes deben contar con la correspondiente asesoría legal, no limitarse a la de un contable, con lo cual pueden asegurarse de operar correctamente y evitar multas que pueden imponerle, tanto el gobierno estatal, como el federal, con las consabidas penalidades y recargos.

De otra parte, el contratista independiente debe asegurarse de que las compañías que contraten sus servicios NO le exijan o impongan controles característicos de “empleados”, sin serlo y sin tener los beneficios, que les impidan desenvolverse como empleado por cuenta propia.  Esto es un área muy sensitiva que, aunque cuenta con las leyes necesarias,  en su momento deberá recibir mayor atención y fiscalización del gobierno.  Lamentablemente, hay compañías que pagan por servicios profesionales bajo el término de “contratistas”, pero les exigen y controlan como si fueran empleados.  Lo anterior, es injusto e ilegal y debe evitarse y/o denunciarse.

El universo de profesionales que hoy trabaja en Puerto Rico como “contratista” es amplio y variado y se mueve en todas las áreas de servicios, desde lo más sofisticado, hasta lo más simple, siendo los más frecuentes:

  • Vendedores de todo tipo productos y servicios
  • Periodistas/redactores
  • Artistas gráficos
  • Consultores mercadeo, publicidad, relaciones públicas
  • Consultores contabilidad
  • Servicios legales
  • Consultoría trabajos técnicos en todas áreas de servicio

La proliferación de contrataciones por servicios profesionales puede ser beneficiosa tanto para empresas como para “contratistas”.  Lo importante es que los acuerdos sean establecidos mediante contratos,  con el balance justo que provee la ley.  Cualquier persona que tenga dudas sobre estos acuerdos, puede ir a la División de Normas y Salarios del Departamento del Trabajo Estatal.  Sin embargo, nuestra mejor recomendación para aquellos que sean o planeen convertirse en contratistas independientes, igual que para aquellos que contraten este tipo de servicios, es recibir una orientación completa sobre el tema por parte de un abogado y de un contable, pues en algunos casos, es probable que tenga que pagar impuestos adicionales que son su responsabilidad.


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