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Historias de Amor: Nuevos Comienzos

Por: Ivelisse Agostini

Muchos saben que soy una romántica empedernida que cree en todas las manifestaciones del amor. Pero, los desengaños amorosos pueden causar grandes sufrimientos que algunos nunca pueden superar. Tan real es esto, que era todavía una nenita de sólo 13 años cuando, luego de ver mi amor platónico de turno enamorado de una amiga, me inspiré y escribí: “El amor es como la vida, comienza con la inocencia y termina con la agonía”. Pero, eso suena a tragedia y la realidad es que el reportaje de nuestra Edición de Enamorados de este año habla de “Nuevos Comienzos”.

Para un nuevo comienzo amoroso, es necesario sanar el dolor causado por un desengaño. Suministrada.

Y, es que, un verdadero amor puede llegar o no; puede llegar y partir a otras dimensiones y, en el mejor de los casos, repetirse. Lo importante es saberlo reconocer, darse la oportunidad y disfrutarlo a plenitud. Sobre todo, mientras llega, nunca se perder la esperanza…

Hoy contamos dos historias sobre amigas jóvenes, que luego de sufrir un triste desengaño, han vuelto a confiar y creer… han vuelto a enamorarse ¡Y son felices!

Disfruten del romance que se desprende de estos reportajes basados en personas reales, a quienes hemos dado nombres ficticios para proteger su identidad y que se sintiesen libres de contar sus verdades.

Del desengaño a la Confianza

Suzette es una mujer joven y moderna que nació con el ‘equipaje lleno’. Lo decimos porque, a pesar de que también conocemos algún ‘defectillo’ de esta amiga, realmente ella es sensacional: inteligente, emprendedora, buena amiga, buena madre, familiar, alegre, elegante y bonita.

Aunque Suzette es ya una ‘señora de las cuatro décadas’, la conocimos jovencita y viviendo intensamente, viajando el mundo y escalando profesionalmente. Siempre tuvo suerte para atraer buenos prospectos, pero no se casaba, hasta que un día nos presentó al novio que la había convencido. Entonces pensamos que era un hombre ‘nice’ y que si lo había escogido, debía reunir muchas cualidades. Y fuimos a su boda y la creímos feliz…

¡Cuál no fue nuestra sorpresa cuando un día, luego de varios años, Suzette nos narra su gran desengaño! Sin entrar en detalles que no vienen al caso, el hombre llevaba fallando en cosas que fueron matando el amor de Suzette, hasta que un día descubrió tal cúmulo de mentiras, imposibles de tolerar, que ella tuvo que poner punto final a la relación. Suzette estaba destrozada, luchando por cumplir con todas sus responsabilidades profesionales, incluyendo la de ser madre y que sus retoños no se afectaran, sin poderlo contar a nadie… Y lloramos con ella y rezamos por ella.

Los detalles hacen la diferencia en una relación. Suministrada.

Pero, como mencioné, Suzette vino con el equipaje lleno y al cabo de un tiempo de haber resuelto su vida emocional, un día salimos a almorzar y nos pusimos ‘al día’: se había vuelto a enamorar de alguien que no solamente le atrajo por su físico, sino porque estaba haciendo todo lo que era necesario para que ella recuperase la confianza. Y así sigue esta historia:

“Nos conocimos en el Viejo San Juan, un mes de agosto. Salí a cenar con unas amigas y luego fuimos a un bar en el cual se baila que se llama La Factoría y allí me encontré a mi bello Peter. El me sacó a bailar y bailamos una salsa espectacular. Ese día me pidió el número de teléfono y no se lo di, pero como Dios es tan grande, al cabo de una semana, me lo encontré en el mismo lugar. En esta segunda ocasión me dijo: “Y ahora me vas a dar tu número de teléfono. Y si se lo di…”, narra Suzette con entusiasmo. Y aprovechando el mismo, le preguntamos, qué particularmente te atrajo de Peter y nos dice: “Me atrajeron su impecable sonrisa y sus bellos ojos que son almendrados y con unas pestañas largas y negras. Pienso que sus ojos y su mirada son un espejo del alma”.

Evidentemente, escuchar a Suzette habla de atracción, pero a alguien que sabemos había pasado por tanto, le preguntamos cómo Peter pudo convencerla para comenzar una relación, después de su desengaño, y nos contesta: “Me convencieron sus detalles, su caballerosidad y que sabe escuchar. Además, es un hombre con valores, inteligente, culto y trabajador, que pone pasión en todo lo que hace y lleva a DIOS en su corazón. Es un tremendo hijo y ciudadano”.

Sobre el pasado Suzette nos dice que ha podido superar el dolor: “La vida es una y hay que vivirla. Superar todo y moverse. Y con el hombre maravilloso que tengo a mi lado me siento feliz. El amor que él me da y el que yo le doy me hacen muy feliz”. Sobre el futuro, Suzette dice que lo ve junto a Peter porque, es que hasta a veces, ha pensado si están juntos de otra vida, porque solo con mirarse saben ambos lo que quieren. Disfrutan su presente solo con estar juntos, conversando, cenando, yendo al cine o simplemente haciendo planes.

No quisimos terminar esta historia sin conocer qué tiene que decir Peter sobre Suzette y el amor y, si ella nos había impresionado, Peter cierra con “Ella es la mujer que toda la vida soñaba… la mujer para toda la vida”.

El renacer de Leticia y Alfonso

La historia de Leticia comienza siendo parte de una pareja de “high-school sweethearts”… Los que eran amigos y compañeros de escuela terminan haciéndose novios cuando llegan al cuarto año de escuela superior. Al graduarse van a estudiar a distintas universidades y aunque esto provoca ‘altas y bajas’ en su relación, siguieron juntos por seis años consecutivos. Un buen día el novio decide romper la relación y para su sorpresa, Leticia descubre que desde antes, él ya tenía otra pareja.

“Para mí fue como si se me cayera el mundo, pues había imaginado todo el futuro con él. Me sentía perdida. Era tanta la tristeza, que bajé mucho de peso. Salía con algunos chicos, pero vivía convencida de que nadie era como él”, nos cuenta Leticia sobre su realidad de entonces.

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Disfrutar juntos de intereses comunes afianza la relación y crea confianza. Suministrada.

Leticia logra recomponer su vida cuando deja de buscar un nuevo amor y comienza a llenar su tiempo haciendo muchos ejercicios y saliendo con amistades con el solo propósito de despejarse. De esa etapa nos dice: “Eso fue lo que realmente me ayudó. Además, de que mi familia y amistades nunca me dejaron sola y gracias a eso lo superé”. Y así, sin darse cuenta, un día, nadando en un club donde practicaba este deporte, conoce al que hoy es su pareja y el que entiende el amor de su vida.

“Yo iba todas las tardes a nadar con una amiga y él iba solo. Siempre se nos acercaba para preguntarnos acerca de nuestra rutina y hasta nos invitaba a competir”. Leticia nos dice que de primera instancia, le pareció interesante, que no fue tan directo en querer saber nombres, números de teléfono, etc. En una conversación de muchas, Leticia y Alfonso, nombre otorgado a su pareja, descubren que trabajaban en el mismo lugar, uno donde hay cientos de empleados, con variedad de divisiones, que no proveen para que todo el mundo se conozca. Cuando comenzaron a compartir una amistad más estrecha, Alfonso le confiesa que estaba separado de su esposa, pero en trámites de divorcio. “Al instante le dije que no me volviera a llamar porque no quería tener nada que ver con él. Siguió insistiendo, pero jamás le contesté una llamada”. Al cabo de un tiempo y cansado de que no aceptara ningún acercamiento, Alfonso le escribió demostrando que se había divorciado y pidiendo que le diera una oportunidad.

De esto han pasado ocho años y hoy, Leticia y Alfonso forman una pareja muy feliz. El tiempo les demostró que comparten infinidad de gustos, pero lo que más disfrutan es la hija de tres años, fruto de su amor. Les encanta viajar, salir a comer o simplemente quedarse en casa, viendo una película o alguna serie. Leticia nos dice que su esposo es con quien pasará el resto de su vida y que está feliz de tener una familia. Alfonso describe a Leticia como una persona seria y desinteresada que desde un principio le atrajo porque, a diferencia de otras chicas, nunca hacia preguntas personales y demostraba ser interesante en cada conversación que mantenían. A pesar de que su primera relación no funcionó, nunca dejó de creer en el amor y sabe que junto a Leticia le esperan grandes cosas, desde ver crecer a su hija, hasta viajar a infinidad de lugares que tienen en su ‘bucket list’.

Al final, confiamos que este reportaje le devuelva la ilusión y la esperanza a todos esos lectores que puedan estar solos, porque si algo tienen en común estas parejas, es que se encontraron de manera imprevista. Tal vez los desengaños les hicieron ser más cautelosos y esperaron a conocerse antes de decidir compartir sus vidas, pero se han dado la oportunidad y son felices.

Para ellos y para todos, feliz día del amor les desea, placerespr.com.