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Conoce la Bronquiolitis

Por: Sylvia A. Agostini

editorial@placerespr.com

Nuestros bebés son muy vulnerables a contraer distintos virus y desarrollar infecciones en las vías respiratorias. Existen los llamados virus de temporada que afectan a los menores, por lo general en las épocas de primavera e invierno. Por lo que, debemos estar conscientes de ello y cuidar de exponer a nuestros infantes a los hongos, las esporas, el polvo, la humedad, los cambios de temperatura y los virus que pueden contraer de otros niños.

Nuestros bebés no pueden ser expuestos al humo del cigarrillo, ni tener contacto directo con otros niños que tengan bronquiolitis. La bronquiolitis es un virus que afecta las vías respiratorias. Ocurre cuando las áreas más pequeñas de los pulmones, los bronquiolos, se inflaman y se obstruyen por el exceso de mucosidad

Esta enfermedad predomina en los infantes, en los primeros años de su vida. Suele manifestarse especialmente entre los 3 y los 6 meses de edad del menor. Aunque puede parecer algo común, se puede convertir en una condición de gravedad. Se considera común porque muchos niños suelen padecerla y se torna grave, cuando los padres no la atienden como es debido.

Sin duda, las madres deben estar al tanto de las situaciones comunes a las que están expuestos sus bebés y prevenirlas ante posibles complicaciones. La bronquiolitis puede confundirse con un catarro común. Sin embargo, como es un virus, el bebé puede contagiarse con facilidad. La misma se propaga cuando el niño está en contacto directo con las secreciones nasales y de garganta de otro bebé, de un menor, o de un adulto.

Una simple tos o un estornudo, expulsa y contagia el aire que su niño inhala. Es algo común que las madres trabajadoras tengan que dejar a sus bebés en un lugar de cuido o “nursery” donde es frecuente que entren en contacto con el virus a través de juguetes y objetos que pueden estar contaminados. Por lo que, su niño puede contraer este virus que se incuba en un ciclo de siete días. Los bebés amamantados por la madre, están en menor riesgo de contraer la bronquiolitis, pero nunca inmunes.

Se advierte que el entorno de un bebé debe estar desinfectado, limpio, libre del humo del cigarrillo, del polvo y de olores fuertes que puedan irritar sus vías respiratorias.

La bronquiolitis no suele presentar síntomas o los mismos pueden ser menores. Sin embargo, cuando la mucosidad obstruye e impide la respiración y altera el funcionamiento de los bronquiolos, puede suscitarse una falta de oxígeno severa. La piel del niño se irá tornando morada, posiblemente emitirá un silbido, fatiga y hasta fiebre. En tales casos, debe llevarse al niño de inmediato a su pediatra o a una sala de emergencia.

Hay que tener en cuenta que las áreas nasales, los oídos, la garganta y las vías respiratorias de nuestro cuerpo están íntimamente conectadas entre sí. Es por ello que la falta de cuidado de un virus puede pasar de una condición aguda a una crónica, de un simple virus, a una situación de cuidado o a una condición bronquial o pulmonar, como el asma y la pulmonía. En tales casos, el bebé deberá ser hospitalizado y medicado por vena. Cuando la bronquiolitis se ha tornado severa, se puede apreciar que el bebe respira con más rapidez, sus fosas nasales, ante la falta de oxígeno, se ensancharán y los músculos alrededor de las costillas se hundirán en la medida en que el niño se esfuerce más tratando de inhalar.

En Puerto Rico es frecuente ver muchas madres jóvenes, algunas inexpertas, paseando y exponiendo a sus bebés en tiendas y supermercados. Mientras más pequeño, más vulnerable y receptivo está de contraer condiciones que transitan libremente en nuestro ambiente. Nuestros bebés son muy delicados, necesitan mucho descanso, sin embargo, un niño bien atendido se recupera fácilmente.

Cuide a su bebé, sepa prevenir y evite exponerlo al fácil contagio de cualquier condición.