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...con estilo

Mamá de un Chico Excepcional

Por: Ivelisse Agostini
iagostini@placerespr.com
 
 

Todas las madres pensamos que nuestros hijos son excepcionales y, de hecho, lo son, porque todos llegan con su propio ‘equipaje’, que con nuestra ayuda, podrá llevarlos por el “camino de la vida”. Sin embargo, hay niños, que desde muy temprano comienzan a demostrar que vienen con talentos especiales y a quienes el proceso de aprendizaje se les facilita más que a otros. Se trata de niños cuyo cociente de inteligencia es más alto y que, bajo las circunstancias propicias, pueden estar más adelantados que otros niños de su misma edad. En esta ocasión, decidimos dedicar nuestro reportaje de madres a una amiga a quien la vida la sorprendió criando un hijo de ese escogido grupo.

ian andres y papa

Ian Andrés y su papá. Suministrada.

Conocemos a Nilsa desde hace años y aunque no nos veíamos hacía un tiempito, nos manteníamos en contacto a través de las redes sociales. Un buen día me encontré a su hermano y éste me comentó que Nilsa se acababa de mudar para los Estados Unidos para apoyar a su hijo, un joven con talentos especiales. Y decidí llamarla…

Efectivamente Nilsa se había mudado hacia solo unos meses, dejando atrás todo: su trabajo, su casa, el resto de la familia. Lo anterior porque entendió que era necesario trasladarse para ofrecerle mejores oportunidades a su hijo de 16 años de edad. Éste llevaba tiempo demostrando superar muchos de los retos académicos, en uno de los colegios privados de más demanda. La oportunidad llegó a través de una oferta de empleo a su esposo y padre de Ian Andrés, en Texas.

Las primeras señales que Nilsa observó en su hijo se dieron cuando éste contaba con año y medio y ya se expresaba en oraciones completas.  Utilizaba vocabulario complejo para su edad.  Luego, con 5 años y estando en Kínder, el director del colegio sugirió moverlo a 1er grado, porque Ian dominaba todos los requisitos de kínder.  “No aceptamos porque queríamos que Ian viviera su niñez con compañeritos de la misma edad.  Además, que desarrollara su madurez emocional adecuadamente”.  Y es que Nilsa había vivido una experiencia semejante pues cursó su primer grado a los 5 años y al terminar el curso escolar la pasaron a 3er grado, por lo cual comenzó la universidad a los 16 años.

Entre otras observaciones, la joven madre nos cuenta que su hijo fue un niñito muy alerta y curioso, que se interesaba en programas documentales, en ver Discovery Channel y History Channel y especialmente en todo lo relacionado a volcanes y sismos.

Ante estos signos, Nilsa decidió consultar con un psicólogo pediátrico y éste le indicó, luego de varias visitas del niño,  que no era necesario hacerle pruebas pues en efecto era claro que el niño era uno ‘dotado’.

A la edad de 13 años, se le realizó una Evaluación Psicoeducativa con la que ya se pudo confirmar su cociente intelectual y cuyos resultados sugerían que sus habilidades de pensamiento y razonamiento están en la clasificación Muy Superior, lo cual se encuentra por encima de lo esperado en adolescentes de su misma edad cronológica. De hecho, su promedio escolar siempre ha sido de “A” y ha mantenido puntuaciones sobresalientes en las pruebas estandarizadas de “Learn Aid” y luego en las pruebas Piense y PSAT.

ian efecto blur

El abanico de oportunidades para Ián Andrés se ha abierto gracias a los esfuerzos de su madre y de su padre. Suministrada.

Ante esa realidad quisimos saber si como madre tuvo que tomar algunas medidas especiales en torno a la vida social de su hijo, pero sin dudar nos contesta: “Ian siempre ha sido un niño muy sociable.  Se relacionaba muy bien con sus otros compañeros. Realmente lo que hicimos fue darnos a la tarea de buscarle actividades extracurriculares que lo mantuvieran ocupado.  Estuvo en un club de Tae Kwon Do, y participó en los Boy Scouts of America, pero siempre ha tenido especial predilección por las actividades que se relacionan con las ciencias”. Como ejemplo de ello, Nilsa nos menciona que ha participado del Programa PEPED (Enrichment Program for Gifted Students) en Colegio San Ignacio, un programa por invitación para estudiantes que obtienen puntuación sobresaliente en el PSAT. Además, participó en el Club de Ingeniería en Colegio San Ignacio (9no) y en el programa “Bright Stars” de la Fundación Kinesis, uno que ofrece consejería, talleres, preparación universitaria, destrezas académicas, hábitos de estudio, liderazgo y mentoría para conseguir Becas de estudio en Universidades fuera de Puerto Rico. Actualmente participa del

ACE Mentor Program, uno extracurricular que brinda una introducción a la arquitectura, construcción e ingeniería y donde al final del curso escolar presentan un proyecto real, utilizando lo aprendido.

La sabia influencia de esta madre ha provisto para que cuando le preguntamos a Nilsa sobre las fortalezas que ve en su hijo, ella lo describa como “un chico humilde, talentoso, cooperador, con mucha iniciativa, curioso, perseverante, a quien además le fascina leer y siempre busca información sobre temas variados, porque está ávido por aprender”. No nos sorprende, dadas las circunstancias, que nos comente que su debilidad sea “que a veces es muy impaciente”.

Ian Andrés es hijo único, pero Nilsa nos dice que desde un principio requirió mucha atención, pues era un niño muy enérgico que por aprender con rapidez podía ser más complicado de distraer, pero de igual forma siempre ha sido maduro.  Nos cuenta que de adolescente, es un joven muy independiente, que trabaja solo y toma sus propias decisiones, con metas muy definidas, aunque siempre consulta a sus mayores.

Esta es una experiencia materna que puede ser muy distinta a la común y quisimos saber cómo ella lo ha manejado, a lo que nos responde: “Es intenso, ya que estos chicos siempre están buscando algo nuevo que hacer.  Se aburren con facilidad, están ávidos de aprender.  Como padres tenemos que buscar y ofrecerles las herramientas para que desarrollen al máximo su intelecto.  Necesitan un nivel de educación que sea retante para ellos”. Precisamente, llegado el punto en que Ian llega al nivel superior, es que Nilsa y su esposo se dan cuenta de que tienen que buscar mejores oportunidades fuera de Puerto Rico. Sobre ello, nos dice: Desde pequeño Ian expresaba que deseaba estudiar Geofísica. Ya a los 9 años comenzó a hacer “research” en “internet” de Universidades que ofrecieran esta preparación y nos dimos cuenta de que viviendo en los Estados Unidos tendría más oportunidades de obtener becas. Luego descubrimos que también a nivel de escuela superior existían escuelas especializadas en el campo de estudio que le interesa.

Y llegó el momento… “Primero, nuestro hijo demuestra tener verdadero interés en estudiar una carrera en Geofísica, que no existe en Puerto Rico, y luego se complica todo con la situación económica de nuestro país”.  Entonces, surge una excelente oportunidad de empleo para mi esposo en Texas y decidimos aceptar el reto.  Él viajó primero para establecerse y ver que todo le fuera bien.  Simultáneamente, nos dedicamos a buscar una escuela que llenara las necesidades e intereses de Ian. Esa oportunidad llegó y aquí estamos”.

En este momento, Ian Andrés estudia en la única escuela en Estados Unidos especializada en Energía.  Además, es una escuela “STEM”  especializada en ciencias, matemáticas y tecnología y la única escuela superior de Texas en recibir el premio “Magnet Schools of Excellence Award” en este año. El joven continúa su plan de hacer un Bachillerato en Geofísica con una especialización en Vulcanología y Sismología. Sobre esta nueva etapa, Nilsa nos cuenta: “Ian se ha adaptado muy bien, le gusta mucho.  Esta escuela no tiene pupitres, utilizan mesas, y la mayoría de los proyectos se trabajan en grupo, incorporando varias clases a la vez, algo que promueve el aprendizaje y a trabajar en equipo. Además, ofrecen oportunidades de actividades de aprendizaje extracurricular de la mano de profesionales de la empresa privada, como el ACE Mentor Program, en el cual Ian participó este año. Para los jóvenes de grado 11 y 12 se ofrecen internados en empresas privadas y cuando llegan a la universidad, muchos de ellos ya llevan una práctica real en el campo de estudio de su interés”.

No perdamos de perspectiva que esta madre y de hecho, su esposo y padre de Ian, dejaron todo porque su hijo fuera en búsqueda de desarrollar sus talentos.Por lo anterior, preguntamos a Nilsa qué le aconsejaría a las madres que pueden vivir una experiencia semejante, a lo que sin dudas, contesta: “A quienes están viviendo la experiencia de tener un hijo dotado, que si tienen la oportunidad, les busquen una escuela que los rete intelectualmente.  Que les busquen actividades extracurriculares, ya sea deporte, música, etc.  Y que evalúen si es necesario hacer el cambio y hasta mudarse de país.  Todo por el bienestar de nuestros hijos”.

Nilsa no quiso terminar nuestra entrevista sin antes expresar su agradecimiento a quien entiende ha sido su más grande apoyo: “Mi esposo, para él nuestro hijo lo es todo.  Desde siempre ha estado presente en su vida y se siente sumamente orgulloso de los pasos que está dando.  La idea de mudarnos de Puerto Rico para buscar mejores oportunidades de educación para Ian más que mía, fue de él.  Ellos se identifican y comparten mucho.  Son amantes de los autos, de los animales, la tecnología”.

Al final, recordamos que todos los niños merecen las mejores oportunidades… madres como Nilsa se esmeran por conseguirlas. Para ustedes vayan nuestras felicitaciones querida amiga.


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