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Vacaciones después de las Vacaciones

Por: Myra Sánchez

Estamos a días de que concluya la temporada en que la mayoría de las personas escogen vacacionar. Con excepción de los que trabajan en el sistema escolar o por cuenta propia, por regla general, el tiempo para vacacionar se limita a dos semanas. Es un tiempo en el que el mayor deseo es cambiar de rutina, idealmente haciendo turismo interno o viajando fuera del país. Para realizar nuestros planes, solos, en pareja, con amigos o en familia, se invierte un dinero adicional al rutinario y se planifica un itinerario que asegure poder tener la mayor cantidad de experiencias que el lugar a visitar ofrezca. En ocasiones, hay quien renuncia hasta al confort, con tal de “aprovechar el tiempo”, pero aun los que viajan con todo tipo de comodidades, terminan invirtiendo más energía que las que de ordinario utilizan. Sobre medir la dieta y los gastos… ni lo uno ni lo otro. 

La premisa no es excepcional, sino bastante frecuente y, por ende, provoca que al regresar de vacaciones algunos llegan mas cansados que cuando se fueron, sin ahorros y con el efectivo comprometido. Pero, nadie les “quita lo bailao” y han acumulado la verdadera “riqueza” que se llevarán consigo en el mañana. 

Si embargo, igual que se planifican las vacaciones, hay que prepararse para el regreso a la rutina, luego de que esta se haya “trastocado” hayas o no viajado mientras estabas fuera del trabajo. Esta planificación es más complicada cuando hay familia, especialmente si hay niños, que no reconocen que retomar la rutina requiere un esfuerzo.

Organizarse es sumamente importante para evitar que el regreso a la rutina sea un desastre. Suministrada.

A continuación presentamos los detalles a considerar antes, durante  y después de las vacaciones, para que haya una mejor adaptación en todos los procesos:

  • En la medida que sea posible, si vas a salir fuera de casa, planifica que sea inmediata al comienzo del tiempo que tienes disponible y deja varios días libres al regresar, antes de volver a trabajar.
  • Asegúrate de que tus vacaciones, aun si incluyen actividades de aventura, sean proporcionales a tu capacidad física y que no conlleven riesgos para tu salud o cualquier condición o limitación física que tengas. Si tienes dudas, consulta con el operador de la excursión o actividad de interés. La idea es evitar los excesos.
  • Verifica temperaturas de día y de noche, ropa adecuada para todo el periodo, de acuerdo al clima y a las actividades para que estés comodo y protegido todo el tiempo.
  • Aunque tengas interés en aprovechar el tiempo, asegúrate de dejar espacio para descansar/dormir bien.
  • Organízate para tener un presupuesto de gastos diarios que no debes exceder. El mismo puede ser flexible para que unos días puedas darte un gran gustazo y otros sean cubriendo solo lo ordinario.
  • Evita enfermarte y no consumas alimentos que contengan ingredientes irritantes o que no cumplen con el estándar de higiene y salubridad necesarios en cualquier lugar que visites.
  • A tu regreso, que sea prioridad deshacer tu maleta, lavar y guardar toda la ropa y aquellos artículos que no necesitas de rutina.
  • Airea tu hogar, limpia y refresca el ambiente.
  • Verifica tu abastecimiento de provisiones y comestibles solo para los próximos días, sin hacer la gran compra, hasta tanto te organices.
  • Con lo anterior logrado, tómate uno o dos días de descanso, en los que intentes liberar cualquier “jet lag” y/o recuperar la rutina de tus horas de sueños. Esto lo debes hacer de forma paulatina para que el cuerpo logre descansar y adaptarse. Si no te da sueño, quédate en la cama u organiza actividades sedentarias en el hogar para ir logrando volver a la normalidad.
  • Es probable que antes del viaje hayas hecho un “check list” de lo que debías llevar. Ahora, haz un “check list” de lo que tengas pendiente que debes resolver con inmediatez, i.e.: pagos, ropa para el “laundry”, detalles del “back-to-school”, mantenimiento de tu carro u hogar y detalles para tu arreglo personal, de la cabeza a los pies. Si tu trabajo o los estudios de tus hijos requieren mantenerte informado o repasar algunas cosas, asegúrate de lograrlo antes de volver a sus respectivas rutinas.
  • Tu salud y la de tu familia es prioridad, por eso, tanto si has regresado padeciendo de algo o no; vale la pena que se hagan cualquier chequeo para asegurarse de que están en perfectas condiciones para retomar sus deberes.

Al final y luego de haber vuelto a la rutina, comienza a pensar cuál será el destino o el plan para cuando vuelvas a tener la oportunidad de vacacionar. Aunque hay muchas cosas “no planeadas” que se consideran “las más agradables”, de alguna manera estas también surgen de algo “bien orquestado”, así que dedica tiempo a soñar y a organizar tu próximo plan vacacional.


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