Somos Música
Por: Myra Sánchez
Tan familiar es el ritmo y la música para el hombre, que la naturaleza misma produce música a través del canto de las aves, de la lluvia, y el de las olas del mar, entre otros. Estos son sonidos que todavía hoy se utilizan en grabaciones musicales para lograr relajación. De otra parte, la misma naturaleza es capaz de producir sonidos estruendosos, como el del viento y los truenos durante el paso de una tormenta y hasta cuando ocurren otros fenómenos naturales como los temblores. Y, es que, el sonido surge de vibraciones del aire que llegan al oído y el cerebro humano percibe e interpreta, de ahí que tenga la capacidad de influir en el estado de animo de las personas.
Es precisamente lo que ocurre con los sonidos naturales lo que provocó que el hombre primitivo relacionara los sonidos con lo bueno y lo malo. Por esta sospechada relación, comenzaron a rendir tributo a sus dioses a través de música y baile, usualmente alrededor de una fogata, algo que ha quedado plasmado en dibujos de diferentes épocas históricas. Cuando todavía no existían instrumentos, el hombre imitaba los sonidos de la naturaleza, incluyendo los de los animales. Luego utilizaron huesos, piedras, madera, la corteza de frutos duros o las pieles de animales para emitir sonidos. Curiosamente, el primer instrumento del que se tiene constancia fue la flauta, elaborada con los huesos de un ave al que se le hacían varios orificios.
La evolución musical tiene constancia en datos sobre Egipto y Mesopotamia al añadir instrumentos de cuerda como el arpa y la lira. Grecia ya no solo relacionaba el sonido con lo religioso, pero también con poesía que se cantaba a una voz como entretenimiento en banquetes, eventos y el circo; como medio informativo y hasta bélico. Durante el Imperio Romano, la evolución del teatro como entretenimiento, proveyó para incorporar el aspecto musical que aportaban los diferentes lugares conquistados y de ahí lo transportaron a todo tipo de actividad. Por su parte, se sabe que los chinos comenzaron muy temprano a valorizar los sonidos con las campanas como base y que fueron muy acertados en catalogarlos, en relacionarlos con emociones y hasta trabajar con fundamentos de escalas y tonos. Se cree fueron de los primeros en crear “orquestas” al comenzar a utilizar instrumentos que eran típicos de otras regiones.
Con el paso del tiempo, diferentes regiones fueron creando melodías uniendo diferentes sonidos y las mujeres bailaban moviendo el cuerpo al ritmo de estos. Desde la perspectiva social, los músicos y cantantes eran de clases menos privilegiadas que ofrecían su talento a las clases altas.
Cabe señalar que la evolución musical tuvo aportaciones diferentes durante los diferentes periodos históricos con algunos países cuyas escuelas y compositores fueron protagonistas en su momento.
La Edad Media presenta un gran avance musical cuando el monje Guido de Arezzo puso nombre a las notas musicales e inventó el pentagrama, originalmente llamado tetragrama, con líneas para anotar las notas musicales. Mucho instrumento de cuerda surge de esta época, así como el desarrollo de los instrumentos con tubos, incluyendo órganos. La música tenía entre los religiosos y los cantos gregorianos un gran empeño y ya se tomaban en cuenta los tonos de voces.
Como en todas las artes, el Renacimiento trajo consigo adelantos como la polifonía, con la capacidad de lograr armonía utilizando diferentes voces que acompañaban diferentes instrumentos. La polifonía provocó que se comenzaran a crear composiciones mas complejas y que se crearan arreglos por instrumento. Por lo complicado, se empezaron a escribir los primeros libros para mostrar la forma de lograr esta tendencia.
La polifonía provoca que surjan nuevos instrumentos y que otros vayan quedando obsoletos y que paulatinamente tomen protagonismo algunos instrumentos de cuerda como el violín, que se desarrollen nuevos instrumentos de viento y que se modifiquen algunos tan importantes como el órgano.
Se dice que el periodo Barroco (Siglos XVI and XVIII) revolucionó la música con elementos como la Ópera, el contrapunto y la clasificación vocal. Es el tiempo de Vivaldi, Bach y Händel.
El Clasicismo trajo las grandes sinfonías, que por supuesto requirieron grandes compositores que creaban piezas para grandes orquestas con gran variedad de instrumentos. Es el tiempo de Bethoven y Mozart.
La música clásica sofistica muchos instrumentos que, en algunos casos se incorporan y en otros sustituyendo algunos sonidos de instrumentos de uso popular utilizados en los ritmos musicales distintivos de diferentes países. Sin embargo, en cada lugar siguen fabricándose y utilizándose algunos específicos de sus ancestros culturales.
Con la llegada del siglo XX, la música popular toma auge y América entra en el escenario, desde la modernidad de la amplificación electrónica en los Estados Unidos, hasta la creación de instrumentos que logran su sonido de esta forma. El Jazz, con el saxofón, la trompeta, el piano y la guitarra como protagonistas, se mueve por el mundo. Ni hablemos del rock’n roll y del rock, que provoca la gran internacionalización de Los Beatles. De otra parte, México, El Caribe, Brasil y la música Andina definen sus estilos y el uso de instrumentos donde se mezclan lo tradicional y lo moderno. Sin duda alguna, que la aportación musical del continente americano es grande, variada y divertida, especialmente porque complementa la música con mayor variedad de bailes que lo que se veía en Europa y Asia. La globalización ha permitido que la música sea universal, al punto, que no es extraño ver orquestas de salsa que provienen de Japón.
Al final, qué rica es la música, tanto por su evolución clásica como popular, así como por lo que representa desde la perspectiva emocional del que la interpreta y del que la escucha.
Portada: Se cree que la flauta fue, si no el primero, uno de los primeros instrumentos musicales, ya que fue encontrada una hecha con un hueso de ave con varios orificios, que data de unos 40,000 años de antigüedad.