...con estilo

Relación de la Alimentación y el Habla

Por: Lyana Martínez-Marrero, MS, CCC/PHL

editorial@placerespr.com

“No estoy segura si mi bebe está satisfecho”. ¿”Es normal que mi niña de 3 años rehúse comer carnes”? ¿”Es adecuado que mi hijo utilice el biberón pasado el año de edad”?

Estas y otras preguntas las hacen las madres al considerar las destrezas de alimentación de su bebé. Las etapas del desarrollo de la alimentación están muy ligadas al desarrollo del habla y se consideran precursores a la habilidad de pronunciar sonidos. Algunas características básicas de la alimentación y su relación con el habla se describen a continuación:

Entre 0 a 3 meses a los bebés se les alimenta por lactancia maternal o biberón. Los bebes tienen reflejos orales para succionar y tragar. Estos reflejos preceden los movimientos orales necesarios para el habla.
Entre 4-6 meses los bebés comienzan a chupar y los movimientos son más automáticos y voluntarios, por lo que también comienza el balbuceo. En esta etapa ya se pueden mezclar a la leche comidas sólidas suaves como cereales y purés de frutas y vegetales.
Entre 6-9 meses los niños pueden abrir la boca en espera a la cuchara. También pueden limpiar la cuchara con el labio superior. En esta etapa se pueden introducir comidas molidas y sólidos suaves. Como existe mejor control motor, el niño comienza a producir sílabas como “ma”, “pa”, “ta”.
Entre 10-12 meses se introducen comidas majadas o cortadas en trocitos. Los niños pueden tomar la mayoría de los líquidos con un vaso, utilizando la lengua debajo del vaso, para estabilidad. Al final de esta etapa la mordida es estable como para comer galletas suaves o levemente crujientes. En el habla se comienzan a unir sílabas “mama”.
Entre 13-15 meses los niños comienzan a mordisquear la cuchara y el vaso al comer o tomar. Hay mayor control de la mordida así que pueden comer galletas crujientes y texturas más duras. A esta edad, usualmente, se ha descontinuado el uso del biberón y se toma con sorbeto o vaso regular. El niño comienza a utilizar palabras con combinaciones de sílabas.
Entre 16-18 meses a los niños se les dan comidas que requieren masticar, como la mayoría de las carnes y vegetales. Para los 18 meses los niños son capaces de masticar con los labios juntos. De tener los labios parcialmente abiertos, no se espera que se salga comida o líquido fuera de la boca. La producción de palabras aumenta.
Entre 19-24 meses los niños han ganado mucho control. Pueden beber de un vaso sin parar o derramar líquido por 5-10 segundos. Para los 2 años se espera que una niña pueda comer cualquier tipo de textura. Las destrezas de alimentación continuarán siendo refinadas en los próximos años. Las comidas que representan riesgo de ahogarse deber ser cortadas en pedacitos.

Es importante prestar atención al comportamiento del niño cuando come. Algunas señales de alerta a considerar, incluyen:

Ahogos, náuseas y activación del reflejo del vómito que interfieren con el comer y ganar peso.
El niño no explora juguetes y objetos con su boca.
Salivar excesivo a la hora de comer que no está asociado a dentición.
Permanecer por largo tiempo o no avanzar a nuevas texturas de comida.
Presencia de comida que permanece sin tragar en el interior de los cachetes.
Horas de comer que resultan muy estresantes o irritables para el niño.
Un niño que no produce sonidos vocálicos y balbuceo.
Variedad de sonidos del habla limitados (ejemplo: solo se produce “ma” o “pa” pero no combina sílabas).

Es importante que, si luego de revisar los detalles sobre las diferentes etapas relacionadas con la alimentación de tu infante y de las señales de alerta descritas posteriormente, identificas algún área de retraso, lo discutas con el pediatra de tu hijo(a) para que éste determine si debes considerar visitar algún especialista que evalúe si alguna terapia es necesaria.

Nota: La autora es una destacada audióloga y terapista del habla puertorriqueña, que actualmente reside en la ciudad de Chicago, en los Estados Unidos.