Pestañas “Semi-Permanentes”
Por: Ivelisse Agostini
Cada día es más frecuente el uso de elementos que se utilizan como parte del maquillaje para lucir “natural”, como es el caso de las pestañas postizas semi-permanentes. En el pasado, llegar a utilizar pestañas postizas era algo que se consideraba como cosa de artistas o como un efecto especial para añadir espectacularidad al maquillaje en ocasión de grandes galas, bodas, etc. Sin embargo, el uso que se le da hoy, promueve llevarlas todo el tiempo, ¡hasta sin maquillaje!
Llevamos ya unos años desde que comenzaran a utilizarse las pestañas de forma semi-permanente, pero al principio eran solo las más atrevidas con la moda, las que acudían a una especialista dedicada a esta técnica. Inevitablemente, el auge de una pestaña más larga y tupida ha provocado que muchas jóvenes se hagan expertas poniéndose las postizas que se consiguen en las tiendas. Como ocurre muchas veces, comienzan queriendo un efecto natural y luego van por lo dramático. Quien gusta de maquillarse según tendencia, ahora tendrá pestañas largas, ojos delineados arriba y abajo y cejas bien marcadas y tupidas. Menos mal que habíamos regresado a lo natural…
La premisa es tan real, que en lugares como Japón, ya las pestañas postizas “self adhesive” están disponibles hasta en “vending machines”, para que te las pongas tú misma, con lo que en riesgos conlleva. Precisamente es en ese país donde se han visto con alguna frecuencia casos de infecciones y hasta daño permanente en la córnea, algo que no es común si se toman las debidas precauciones.
Si te interesa disfrutar de este efecto, debes acudir a una persona con la debida certificación y en Puerto Rico existen varios centros especializados, que usualmente trabajan tanto pestañas como cejas (microblending).
Un buen profesional trabaja con los mejores materiales, incluyendo las alternativas del pelo de estas pestañas individuales que vienen en diferentes tamaños para imitar la forma natural; un pegamento hipo alergénico que no contenga el químico formaldehído causante de alergias; utensilios adecuados, debidamente esterilizados; parchos relajantes para tapar las pestañas inferiores del ojo y poder pegar las postizas adecuadamente sobre las de arriba y “spray” secador hipo alergénico, entre otros. Preguntarle discretamente a alguien que lleve unas que te gusten, conocer su experiencia y preguntarle sobre el procedimiento que sigue su técnica, puede ayudarte a evitar situaciones no deseadas.
Procedimiento
El proceso debe comenzar con la limpieza del área con un desmaquillante sin aceite y cubriendo las pestañas inferiores con los parchos para ese propósito. Se deben “peinar” las pestañas naturales para separarlas. Algunas esteticistas utilizan el parcho para dibujar la forma de las pestañas de arriba y escoger en base a ello el largo de las postizas individuales que utilizarán en el contorno del ojo. A continuación, se derrama una sola gota del pegamento en una “sortija” especial que la esteticista ha insertado en un dedo y donde sumerge, una a una, cada pestaña que va a pegar. Se utilizan dos pinzas diferentes, una para separar las pestañas naturales, dejando una sola en el medio, y la otra, para escoger la postiza que se sumergirá en el pegamento para luego “pintar” con ésta la pestaña natural sobre la cual se pegará, para luego ponerla sobre ésta y dejarla fija. Puede comenzarse en el medio o en los lados del ojo, pero se sugiere que se vayan poniendo pestañas en uno y otro ojo simultáneamente, para ir produciendo el mismo efecto de tamaño en ambos y que queden parejos. Al final, se remueve el parcho, se limpia el área inferior y se procede a volver a peinar las pestañas, ahora con las postizas implantadas. Algunas esteticistas utilizan un “spray” para secado rápido. Dependiendo del “look” deseado pueden insertarse entre 80 y 120 pestañas individuales.
Cuidados
Se dice que solo personas que han tenido cirugías recientes en los ojos o que son muy alérgicas deben evitar usar pestanas semi-permanentes. Ante la duda, la esteticista puede hacer una prueba con la pega sobre el párpado, antes de proceder a insertar las pestañas, porque, aunque no se pegan sobre estos, de todas formas, puede servir de guía ante alguna reacción. En cuanto al cuidado, la esteticista que realiza el procedimiento debe facilitar información escrita, pero lo común es que se sugiera que se espere por lo menos 12 horas antes de que haya algún contacto con agua; no usar delineador ni mascara; no dormir boca abajo; no utilizar nada con aceite para remover maquillaje; no rascarse ni frotar el ojo; no dejarlas puestas en exceso de 6-8 semanas y acudir para un retoque entre la 3ra y 4ta semanas. De hecho, no es recomendable usarlas de forma continua, porque eventualmente pueden surgir reacciones, incluyendo que se comiencen a caer las pestañas naturales o que haya infecciones en folículos y otras partes del interior del ojo que pueden ocasionar daños mayores. Tampoco es recomendable usarlas muy largas pues se dice que pueden tener mayor acceso a y acumular bacterias. Importante: deben ser removidas con un líquido para esos propósitos y por la persona que hizo el procedimiento.
En cuanto al costo, hemos visto algunas ofertas especiales por debajo de los $100, que parece ser el costo promedio para el procedimiento inicial, pero recuerden que a veces “lo barato sale caro”. Por lo anterior, recomendamos que si van a experimentar con este procedimiento, lo hagan con un experto, sin que el precio sea lo importante, sino la calidad de los productos, así como la experiencia, el ambiente y la higiene del centro y de quien lo realiza.
Como comentamos al principio, bien trabajadas, tanto desde la perspectiva de cuidado, como por su efecto de belleza, las pestañas semi-permanentes, que luzcan realmente naturales, se ven muy “nice”, ya que el ojo aparenta verse más grande y expresivo. Así que, si realmente crees que vale la pena, ve por ellas…