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Madres a los ’40s

Por: Myra Sánchez

El paso del tiempo ha provisto para que se hayan dado cambios significativos en nuestra sociedad, particularmente el de elegir casarse y tener hijos más tarde de lo que lo hacían generaciones anteriores. Simultáneamente, la ciencia y la tecnología han avanzado y hoy existen médicos especializados en embarazos de alto riesgo y estudios que les asisten para ayudar en el cuidado de la madre y el bebé. Sin embargo, aunque una mujer moderna de 40 años, puede lucir mucho más joven de lo que se veía una mujer de la misma edad allá para los años ‘60s, esa mejoría en el aspecto físico no altera lo que sucede con el organismo. Los problemas, para quien desea un embarazo después de los 35, siguen siendo los mismos: Dificultad para quedar embarazada; riesgo de aborto natural; riesgo de condiciones en el bebé y riesgo de diabetes estacionaria y preclamsia en la madre, entre otros.

Se han dado muchos cambios en el cuidado de la mujer durante el embarazo, incluyendo la forma de ejercitarse. Suministrada.

Aun así, tomadas las debidas precauciones previo al embarazo, es una realidad que una mujer que ha estado bien cuidada durante el periodo de gestación y que llegue en buen estado al momento del alumbramiento, debe tener un buen pronóstico, aunque ya tenga 35 años. Llegados los 40 años hay más probabilidades de experimentar dificultades para lograr el embarazo y de correr mayores riesgos que algunas pruebas durante temprano el embarazo pueden detectar.

Por lo común, hoy las parejas escogen casarse más tarde y posponen tener hijos hasta haber logrado algunas metas juntos. De esta forma, en los países más desarrollados, la edad promedio de la mujer que se embaraza por primera vez ya sobrepasa los 30 años, aunque tienen menos hijos. De igual forma, no es raro escuchar como gracias a los avances de la ciencia, cada vez son más las celebridades que tienen hijos luego de los cuarenta y hasta con embarazos múltiples.

Con la celebración del Día de las Madres, hoy destacamos alguno rasgos que destacan en las madres con mayor edad en torno a la crianza de sus hijos.

Aspectos positivos

  • Cuidan su dieta y hacen ejercicio antes, durante y luego del embarazo
  • Se preparan mejor para el alumbramiento
  • Han retomado la lactancia como parte integral del desarrollo saludable del bebé
  • Se educan mejor en torno a las etapas en el cuidado de los hijos
  • Se orientan y buscan la forma de facilitar su vida, el bienestar y la seguridad del bebé con implementos útiles
  • Son más prácticas y cuidadosas en la selección de todo el equipo necesario para el bebé.
  • Son más precavidas para evitar accidentes de sus niños.
  • Son más eficientes en crear estructura en la rutina del bebé
  • Se interesan en desarrollar el lenguaje del bebé y en un mejor desarrollo motor neurológico.

Alertas en la crianza

  •  Desean ejercer mayor control que la mujer más joven, convirtiéndose en una madre sobreprotectora, provocando un apego innecesario del bebé. Aunque tierno, ese apego no le hace bien a la criatura porque cuando ella no está disponible afecta su adaptación a otras personas, incluyendo el padre, algo que a su vez puede generar conflictos en la pareja.
  • La sobreprotección puede provocar inseguridad, baja auto-estima y hasta convertir a la criatura en una personita egoísta. Estos son los niños que luego tardan en adaptarse a la escuela, y en algunos casos pelean o lloran por no poder controlarlo todo.
  • Otro problema con las madres modernas es que todo lo consultan en la Internet y tienden a comparar mucho lo que experimentan con sus hijos. El error es que existen muchos factores genéticos y ambientales que inciden en la forma en que un niño se desarrolla. Nadie como el pediatra que sigue el crecimiento del bebé desde su nacimiento para identificar cualquier señal que pueda ser preocupante.

Por último, entre estas madres existe la tendencia a sobre estimular a los niños con la consecuencia de que ellos desarrollan mayor tolerancia y cada vez requieren de más estimulo para lograr satisfacción, convirtiéndose en niños inquietos.  Los niños necesitan jugar, descansar y aprender a un ritmo prudente.  Tan real es esto, como que puede ser imprudente enseñarle cosas que corresponden a su etapa pre-escolar pues, ya dominado el material, posiblemente se aburra y se convierta en un problema de conducta.

Comenzamos este reportaje comentando que los tiempos han cambiado y de la misma forma la crianza de los niños. Tomando en consideración los buenos cuidados de la madre de hoy, antes, durante y luego del embarazo, si ella toma las debidas precauciones para mantener balance en la educación del bebé, la edad no debe ser un problema que una mujer se convierta en una excelente madre a los 40.


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