...saludables

Fumar es un placer… fatal

Por:  Sylvia A. Agostini
editorial@placerespr.com
 

Sí, fumar es un placer, pero además, una de las adicciones o dependencias más dañinas.  El hábito de fumar nos lleva al uso repetitivo y compulsivo del cigarrillo; aun sabiendo lo perjudicial que es para nuestra salud y para las personas de nuestro entorno.  Y es que, el adicto sabe cuánto daño se hace y le hace a sus allegados, pero no tiene conciencia ni control sobre sus acciones.  No sólo se es físicamente dependiente a la nicotina, sino que se adquiere una dependencia emocional, psicológica y social muy fuerte.

El fumador siente placer aún inhalando la nicotina en pequeñas cantidades y, por ende, esto lo estimula aumentar su necesidad de consumo.  Su efecto adverso es inmediato en todo el organismo.  Según la Sociedad Americana del Cáncer, fumar “llega a invadir los circuitos del cerebro y actúa en la química de ese órgano y del sistema nervioso central”.  Por otro lado, está probado que fumar afecta el estado de ánimo del fumador .

Los investigadores no cesan sus trabajos conducentes a probar cuan dañinos son otras sustancias químicas del tabaco en los cigarrillos que contribuyen o explican esta dependencia.  Se ha confirmado que la nicotina es tan o más adictiva que la cocaína y los derivados del opio, como la heroína.  Muchos de los cambios que produce pasan desapercibidos para el fumador, entre otros: se elevan presión sanguínea y adrenalina, afectando el corazón.

La mayoría de los fumadores intenta dejar el hábito y en ese empeño, comienza a experimentar el llamado “síndrome de abstinencia” con síntomas tales como: dolores de cabeza, ansiedad, nerviosismo y trastornos de sueño, entre otros.  De acuerdo con datos de la Sociedad Americana del Cáncer, “sólo entre un 4 o 7% del 70% que intenta dejar el cigarrillo, lo logran sin ayuda”. Por lo general, el adicto utiliza más el cigarrillo cuando está expuesto a presiones, emociones desagradables y estrés, y cuando mezcla con otros estimulantes como las bebidas alcohólicas.

El fumador habitual tiene la falsa percepción de que la nicotina lo calma y lo relaja.  Según revela la investigación de 2013, del investigador alemán Knut-Olaf Haustein: “La mayoría de los gobiernos (especialmente FDA) y compañías tabacaleras se interesaron más en clasificar el tabaco como un alimento o producto de lujo, que como una sustancia nociva o una droga”.  Sin embargo, tan temprano como en la década de los ’60, las compañías tabacaleras ya conocían el efecto dañino de la nicotina.  No fue hasta el 1988 que el Ministerio de Salud de Estados Unidos clasificó la nicotina como sustancia adictiva.  Las estadísticas reveladas por el sitio drugabuse.gov, señalan que cada año las muertes producidas por la adicción al cigarrillo son mayores que la suma total y combinada de muertes producidas por uso de alcohol, drogas ilegales, homicidios, suicidios, accidentes automovilísticos y el SIDA.

Consecuencias directas de fumar:

  • Pulmonía
  • 90% casos cáncer pulmonar
  • Enfermedades respiratorias como bronquitis y enfisema
  • Cáncer en la boca, laringe, faringe, esófago, estómago, páncreas, cérvix, riñones, uretra, vejiga y un tipo agudo de leucemia
  • Aumento sustancial de riesgo enfermedades y ataques cardiacos y cerebrales
  • Reducción de la temperatura de la piel
  • Disminución del flujo sanguíneo en pies y piernas
  • Posibles daños en el desarrollo del bebé en las embarazadas
  • Reduce el número y afecta calidad de los espermatozoides en el hombre

Recomendaciones y métodos para dejar el cigarrillo:

  • Establece una fecha para dejar de fumar
  • Busca, entre los muchos motivos personales, cual te aplica para que te sirva de motivación y estimulo en tu empeño.
  • Busca ayuda inmediata de un profesional de la salud que puede recomendarte, entre otras cosas:
    • Fármacos
    • Grupos de apoyo
    • Acupuntura
    • Homeopatía

Dejar de fumar trae beneficios inmediatos a la salud.  La tecnología avanzada puede permitirle a tu médico apreciar el efecto de esta adicción en tu organismo.

Tomada la decisión, tienes que saber que la primera semana resultará muy difícil, pero superarla no es suficiente, pues a partir de este momento, y por en periodo de semanas seguirás sintiendo los efectos del síndrome de abstinencia.   La buena noticia es que la nicotina comienza a desaparecer del organismo en las primeras 48 horas, aunque su efecto dañino puede prolongarse.

Aunque te cueste trabajo, proponte disfrutar y reconocer los cambios positivos que van sucediendo con tu salud, y hasta tu higiene.  Asegúrate de integrar cambios en tu rutina de vida, que incluyan nuevas actividades y un plan de ejercicios.

Si otros han podido dejar esta terrible adicción con persistencia y sacrificio y disfrutan el placer de vivir saludables, tú también podrás lograrlo…

Recomendamos que para mayor información sobre este tema visite:  http://www.cancer.org/espanol/index


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