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Historia de la Mesa Formal

Por: Myra Sánchez

Cuando hoy nos sentamos a disfrutar de un almuerzo o cena formal y encontramos el despliegue de platos, cubiertos y copas, entre otros utensilios, es muy probable que desconozcamos cómo llegamos a tal nivel de sofisticación. De hecho, los detalles sobre la forma correcta o modales a la hora de comer varían de una cultura a otra. Por lo anterior, hoy queremos compartir nuestros hallazgos en torno a lo que hoy utilizamos y practicamos en “la buena mesa”.

Todos los utensilios que hoy encontramos en una mesa tienen su historia. Suministrada.

Según los datos históricos, en el principio de los tiempos todos comían sentados en el suelo, muchas veces agachados o como decimos los puertorriqueños, “ñangotados”. Aunque se ilustra que en los tiempos de la civilización egipcia los faraones utilizaban un tipo semejante a la mesa con varios fines, incluyendo comer y, que los griegos comían en posición reclinada, no fue hasta la Edad Media en que se dignificó el concepto que había comenzado a finales del Imperio Romano, de sentarse a la mesa para comer. La monarquía que entonces dominaba Francia, los carolingios, aportaron luego los asientos, semejantes a lo que llamamos “bancos” que al igual que las mesas se hacían desarmables. Para entonces, la costumbre era sentar a los monarcas en el centro y dejar en pie a los invitados y también la de acomodarles de un lado u otro dependiendo de unos criterios. Posteriormente, los bizantinos crearon sillas más parecidas a las que hoy conocemos. En torno a los cubiertos, en la Edad Media se utilizaban el cuchillo y un tenedor que introdujeron también los bizantinos, entonces de solo dos dientes, ya que por su parecido al que se ilustraba al “trinche” con el que el demonio “pincha” a sus víctimas, no se permitía el tres dientes.

La mesa, las sillas, el comer sentado individualmente y hasta el espacio del comedor fue un proceso que vino a tomar mejor forma para el siglo XVII. Suministrada.

Llegado el Renacimiento, con Italia como protagonista, se le atribuye a Leonardo Da Vinci comenzar a usar por motivos de higiene la servilleta y, luego con Catalina de Médicis, reina de Francia, apoyar reintroducir el tenedor en la mesa. Para entonces se usaban desde mucho antes la cuchara y el cuchillo. Como dato curioso, los cuchillos se producían con mangos que eran verdaderas obras de diseño y asimismo las cucharas. De otra parte, la servilleta de tela y algunos cubiertos los llevaban consigo los invitados. Todavía, era muy común comer con las manos, pero los cubiertos se utilizaban para servirse las porciones individuales. Fue la también llamada “Reina Serpiente” de Francia, quien introdujo las vajillas y promovió grandes banquetes durante su reinado, para darle un nuevo renacer a la monarquía en medio de un sinnúmero de conflictos. Lo anterior dio paso a que se comenzaran a establecer normas en torno a la posición de los cubiertos en la mesa, a que los invitados escogieran lo que deseaban comer (carta o menú) y a servir platos en un orden de acuerdo con el tipo de comida. Sin embargo, no fue hasta llegado el Siglo XVII, que se crearon los espacios al que hoy llamamos comedor y a toda la sofisticación de servicio, menús y modales en la mesa. Sobre estos detalles hablaremos en un próximo reportaje.

El metal tenía un sentido especial para ser utilizado en copas para vino. Suministrada.

Curiosidades históricas

-Como el cuchillo se utilizaba primordialmente para atacar adversarios, como al principio no se usaba de forma individual en la mesa, comenzaron a compartirlo pasándolo con el mango hacia afuera para evitar confrontaciones.

-Las primeras mesas eran plegables y había que armarlas y desarmarlas antes y después de comer, de ahí que surgiera el dicho de “poner la mesa”.

-La comida se tapaba para que el comensal no tuviera preocupación de que estuviese envenenada.

-Las copas se fabricaban en metal, para que al “chocarlas” en medio de un brindis entre posibles enemigos se salpicara el vino y nadie tuviera temor a ser envenenado.

-En la antigüedad y todavía en algunas culturas orientales que utilizan las manos para comer, se usa solo la derecha. En la antigüedad por razones de higiene, pero en la actualidad porque se considera que la mano izquierda “no es buena”.