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“Incomprendidas” enfermedades auto-inmunes

Por: Myra Sanchez

Cada vez parece más frecuente que escuches hablar de enfermedades auto-inmunes y sobre sus posibles repercusiones. De hecho, en el pasado no se hablaba de ese término, si no por el nombre de la condición en particular como Lupus, Arthritis Reumatoide, etc.

Una explicación simple sobre lo que significa padecer de éstas condiciones es que nuestro cuerpo dispone de un sistema inmunitario que sirve de protección contra el contagio de enfermedades y de infecciones. Cuando la persona padece una enfermedad auto-inmune, esa misma protección ataca por error las células buenas/sanas y tejidos del cuerpo, en una o diferentes partes de nuestro organismo.

Muchas de estas condiciones pueden ser confirmadas mediante varias pruebas de sangre. Suministrada.

Aunque el origen de estas condiciones es desconocido, se cree que en muchos casos son hereditarias y que son más frecuentes entre las mujeres, particularmente latinas y afroamericanas. También, es posible que surjan como reacción a medicamentos; por haber padecido de algún virus o infección bacteriana; o tan simple como por razones medio-ambientales.

El diagnóstico de estas enfermedades, en muchos casos, supone un camino complicado para pacientes y médicos, pues su sintomatología es común con varias enfermedades y lograr dar con la condición específica que se padece depende de efectuar varios exámenes. Otro detalle que dificulta los diagnósticos es que estas condiciones tienen momentos de crisis para luego no mostrar ningún síntoma. Por lo tanto, observar las señales, la frecuencia y cuán agudas son, según el organismo las va presentando, es de suma importancia. Por lo general, síntomas como dolores musculares y cansancio, son frecuentes en varias de las más de 80 condiciones anti-inmunes que se conocen, pero lo más común es la inflamación que puede ser visible con hinchazón y enrojecimiento y/o interna.

Entre los medicamentos más recetados para reducir las inflamaciones, los médicos acuden al uso de corticoides además de otros anti-inflamatorios, pero como el abanico de condiciones es tan amplio, en algunos casos, sumamente dolorosos, se van desarrollado otros medicamentos que ayuden a “bloquear” la respuesta inflamatoria a un gen que se ha relacionado con varias de éstas.

Las enfermedades auto-inmunes se han clasificado en dos grupos: las que atacan un solo órgano y las que atacan un sistema. Entre las del primer grupo se encuentran: la Anemia Perniciosa, Diabetes Mellitus tipo I y la Enfermedad de Chron, entre otras. La segunda clasificación presenta condiciones con más complicación como son: la Psoriasis; el Lupus Eritematoso Sistémico y la Artritis Reumatoide. Este último escenario es el que hace que no sea extraño ver que un mismo paciente puede padecer más de una de estas condiciones o de sus síntomas. Y, es que cuando hablamos de sistema, el ataque puede ir sobre articulaciones, músculos y hasta los tejidos conectivos, responsables de dar soporte y protección al organismo; glándulas como la tiroides; la piel; los vasos sanguíneos y los glóbulos rojos.

Como los síntomas comunes son inflamación o dolor en las articulaciones y los músculos, se recomienda visitar a un reumatólogo para lograr un diagnóstico acertado, ya que este especialista es, además, internista. De otra parte, para señales de la piel, como en el caso de la Psoriasis y el Vitiligo, los dermatólogos son quienes hacen el diagnóstico y sugieren el tratamiento adecuado. Algunas de las condiciones “sistemáticas”, requieren ver otros especialistas como un reumatólogo y un endocrinólogo que descarte otras enfermedades u ofrezca el tratamiento adicional necesario.

Asegúrate de que tu médico de cabecera conozca síntomas como dolores agudos, inflamaciones y trastornos de la piel para que te hagan la evaluación y las pruebas necesarias para un diagnóstico acertado. Quienes padecen estas condiciones son muchas veces tildados de “hipocondríacos” y solo un profesional bien adiestrado y sensible, persiste hasta identificar el trastorno. De otra parte, como paciente debes dar seguimiento constante y observar las señales de tu cuerpo, y hasta documentarlas, para poder entender mejor si hay algunas causas que provocan que la condición se agudice o re-aparezcan sus síntomas.