...con estilo

Libera y ordena tu casa

Por: Myra Sánchez

Puedo imaginar que antes de que terminara el 2023 intentaste que el espacio donde habitas estuviera limpio y ordenado para recibir el nuevo año. Mis sospechas parten de que conozco a muchos que siguen esto por tradición y otros por superstición, con el propósito de eliminar las cosas negativas.

Sin embargo, aunque hayas acudido a algún “ritual”, si la intención fue comenzar el año con mejor energía en tu hogar, la limpieza es buena parte de ello, pero hacen falta otros elementos importantes como: eliminar los excesos y facilitar el orden continuo; salir de lo que ya no tenga uso para ti y los tuyos, e incluir algunos elementos que ayuden a crear paz y armonía.

El orden, la limpieza y la ambientación en el hogar son elementos importantes y tienen hasta implicaciones psicológicas y espirituales. Y no hablamos de filosofías chinas, ni de “new age”, ni de supersticiones, sino de que detrás del desorden, los excesos y el sucio, existen malos hábitos, que son síntomas de situaciones que hay que sanar y/o corregir. Para lograrlo debes hacer los cambios necesarios y qué mejor momento que el comienzo del año. Por eso, a continuación, algunas recomendaciones.

Cómo comenzar

Necesitas tener cajas de cartón y bolsas para lo que vas a desechar y asignar algún espacio para clasificar y etiquetar lo que deseas conservar o donar.
Comienza por decidir el orden más conveniente para propiciar el cambio. Puede ser que entiendas que debes comenzar por ese espacio exterior que tienes lleno. Sin embargo, muchos creen que es mejor comenzar dentro de la casa para ir notando el cambio y luego “entrarle” a lo más viejo, que has estado guardando afuera. Hablamos de la cocina, de los muebles y gavetas en el comedor; de los closets y gavetas en los dormitorios, de la “despensa”, del armario de la ropa de casa y hasta de la nevera.
Entre las cosas que no usamos y guardamos sin necesitar o sin uso se encuentran ropa, calzado y accesorios; equipo electrónico; equipo de cocina; vajillas; ropa de cama; artículos de decoración; materiales de algún antiguo “hobbie”; equipo deportivo; equipo electrónico; muebles; herramientas; álbumes o recuerdos en malas condiciones; libros, etc., etc. Lo primero que tienes que hacer es preguntarte con honestidad si le darás uso y si tiene sentido guardarlo; lo próximo, preguntarte si está en buenas condiciones para regalarlo a alguien cercano que lo valore; venderlo o donarlo y, por último, si no está en buenas condiciones, ponerlo en cajas y desecharlo.
En torno a recuerdos, evita tener expuesto o sal de cualquier detalle que no tenga sentido alguno, que te cause tristeza o amargura. De aquellas cosas que entiendas que pueden tener valor para algún ser querido en el futuro, escoge conservar lo mínimo y guárdalo en algún espacio afuera del que habitas. Mejor aún, si esos seres queridos que puedan estar interesados ya disponen de su propio espacio, comparte tus planes y hazle llegar lo que deseen.
Limpia inmediatamente cada mueble y espacio expuesto a la vista que liberes y redistribuye lo que conserves para que luzca mejor. Destaca lo que realmente aprecies y te gusta, sea porque le das protagonismo en su posición o por estar mejor iluminado.
En cuanto a los armarios, organiza todo para que lo de mayor uso esté a la mano y guarda y clasifica las cosas por el sentido que tienen en torno a su uso.
No te detengas hasta tanto hayas cubierto todos los espacios de tu hogar. Va a requerir de tiempo y organización, pero te aseguramos te irá llenando de nuevas energías y hasta de alegría.

Según vayas liberando los espacios:

NO reemplaces los espacios que vayan surgiendo en el interior de tu hogar con cosas materiales, sino con cosas que produzcan buen ambiente como son las plantas naturales y elementos que producen buenos aromas, iluminación y sonidos.
Asegúrate de crear espacio para lo que ya sabes propicia desorden como la correspondencia, los papeles y materiales de oficina/trabajo y los medicamentos. Hazte de buenos ganchos para ropa y del mejor cesto para ropa sucia. Si en tu familia acostumbran a quitarse los zapatos al llegar o tienen maletines o mochilas de uso diario, te invitamos a que consideres un espacio particular con una canasta y/o algún mueble pequeño, donde acomodarlo mientras no lo necesiten.
La ropa lavada que hay que doblar/planchar son siempre un dilema en cada hogar. Algunos solucionan esto teniendo en su “laundry” un sistema de clasificación con cestos o gavetas plásticas individuales donde se depositan las piezas de cada miembro de la familia al momento en que se remueven de la secadora. De esta forma, cada persona es responsable de doblar su ropa y si es necesario plancharla, dejarla en ese mismo cesto hasta que pueda hacerlo. De esta forma, no hay reguero de ropa dentro de la casa ni en los cuartos y cada uno es responsable de lo suyo y de tener su ropa al día y sus armarios bien surtidos. Además, el sistema permite que sea visible si hay alguien que no está haciendo lo que le corresponde.
Al final de cada día y antes de salir de casa, en lo posible, asegura que tu cocina esté limpia y la casa ordenada. Nada como regresar y encontrar todo en orden.

Espacios importantes y otros hábitos:

Todos los que han analizado este tema, coinciden en que la entrada es el espacio de mayor impacto para sentirse a gusto en el hogar. Por eso, debe ser el espacio más limpio, mejor ordenado e idealmente, mejor ambientado. Los elementos para lograrlo incluyen iluminación con luz natural o blanca; plantas naturales, ‘sonajeros” sólidos –no huecos— con sonido tenue, así como buenos y sutiles aromas. Si deseas tener algo para “limpiar los zapatos” como una alfombrita, esto debe estar afuera y no adentro de la casa. No se recomienda poner en ninguna entrada de la casa velas, ni espejos, solo agua prístinamente limpia (que circule). Tampoco se recomiendan plantas artificiales en ningún lugar de la casa, ni conservar cosas deterioradas.

Si todavía tienes dudas con respecto a la necesidad de hacer esta renovación, cabe señalar que los mismos que han analizado el asunto de estar acumulando cosas en desuso y el impacto del desorden, concluyen que todo ello puede propiciar aislamiento y escasez y, en algunos casos provocar afecciones emocionales y físicas.

Por el contrario, quien logra mantener el orden, la limpieza y un buen ambiente en el hogar, poco a poco va notando el cambio que propicia armonía, paz, salud y abundancia.