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El Sufrimiento y la Filosofía

Por: Ivelisse Agostini

En la vida de cada ser humano ocurren situaciones que, como seres sensibles, pueden causarnos sufrimiento. De saber y poder manejarlo, depende que cada uno pueda o no lograr seguir adelante con su plan de vida y lograr recuperar su paz, equilibrio y felicidad.

Al hablar del sufrimiento, nos referimos al dolor, padecimiento o desolación que producen sensaciones, conscientes o inconscientes, que afectan a los seres vivos. En la Biblia se resume como: “la experiencia del que soporta dolor”, físico, mental o emocional. En un sinnúmero de versículos, habla del sufrimiento como parte de nuestra condición humana que llego a través del pecado, pero, cuando hay Fe, es posible sufrir y sentir “la Paz que sobrepasa todo entendimiento” (Filipenses 4: 7).   Enfermedades, pérdidas; accidentes; desastres naturales; actos de injusticia y actos malvados, son algunas de las causas frecuentes por las que el hombre sufre. Y, de esto, sabemos todos…

A veces la causa de nuestro sufrimiento es sobre cosas que no podemos controlar y es cuando tenemos que usar la razón con mayor esfuerzo. Suministrada.

Lo que a veces pasamos por alto, es que esto le sucede al hombre desde que el mundo es mundo.  Según el filósofo  Epitecto, la causa de los sufrimientos surge de no saber distinguir entre aquellas cosas que podemos controlar como los impulsos, el deseo, el juicio y la aversión; y las que no podemos controlar, como las enfermedades, los desastres naturales, la riqueza y la fama.  En otras palabras, que el sufrimiento se puede controlar y lograr tranquilidad, a través de la razón. El llamado estoicismo que resaltaba este filósofo, habla de aprender a desarrollar autocontrol y fortaleza para evitar que las emociones nos nublen el juicio y nos quiten la paz. Lograrlo, según el filósofo, depende  de que mejoremos nuestro carácter, algo que no cambia en solitario, si no modificando nuestro comportamiento a diario, mediante el esfuerzo personal.

Cabe destacar que Epitecto vivió durante la transición que ocurrió durante la vida y predicación de Jesucristo (a.C. y d.C.), por lo que de alguna manera tuvo influencia en el cristianismo. Para él, “…Dios es el Padre de los hombres y ha predispuesto todo para su bien material y moral. Cuando el mal interviene en la vida humana no se debe culpar a la Providencia, sino al mismo ser humano que ha olvidado su origen sublime y ha dejado de lado la razón, que es aquello que Dios le ha dotado para guiar sus acciones”. La razón es, según el filósofo, lo que evita que el hombre obre de forma equivocada y es libre de utilizarla para lo que es relevante como para pensar, escoger y reformar. Sin embargo, el hombre puede también ser esclavo de cosas como la riqueza, la enfermedad, la fama y el honor, que son apariencias que pueden ser irreales y efímeras. Por eso es que juzgar a los demás, es equivocado y curiosamente nos puede alejar de lograr el equilibrio que producen el afecto y el perdón.

No debemos contagiarnos de la negatividad de los demás ante una situación, ni sufrir por las apariencias de lo que el mundo espera. Suministrada.

Como estoy segura de que muchos no habían escuchado hablar de este filósofo, que según los datos que encontramos, en un momento dado era más famoso que el mismo Platón. Les cuento que navegando sobre el tema, encontré que es el autor de muchas frases célebres, tan buenas, que las comparto para que sirvan de sabia enseñanza a quienes, en medio del sufrimiento, se olvidan de que es algo que podemos manejar.

Frases celebres del filósofo Epitecto

  • La prudencia es el más excelso de todos los bienes.
  • La verdad triunfa por si misma, la mentira necesita de complicidad.
  • Así como hay un arte de bien hablar, existe un arte de bien escuchar (en otra frase menciona que por eso tenemos dos oídos y una sola boca).
  • Acusar a los demás de nuestras desgracias, es consecuencia de nuestra ignorancia; acusarse a si mismo es comenzar a entenderse; no acusar a otros, ni acusarse a si mismo, esa es la verdadera sabiduría.
  • Primero aprende el significado de lo que dices y luego habla.
  • No hay que tener miedo de la pobreza, ni del destierro… si no del propio miedo.
  • Para dejar de ser esclavo, rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo despecho.
  • No se llega a campeón sin sudar.
  • Lo que importa no es lo que te sucede, sino cómo reaccionas ante ello.
  • No son las cosas que nos pasan las que nos hacen sufrir, sino lo que nos decimos a nosotros mismos sobre esas cosas.
  • El hombre no está tan preocupado por problemas reales, como por sus ansiedades imaginadas sobre los problemas reales.
  • Es imposible que un hombre aprenda lo que cree que ya sabe
  • Si tuvieras que sentenciar, procura olvidar a los litigantes y acordarte solo de la causa.
  • Un barco no debe navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza.
  • Solo hay un camino hacia la felicidad, y es dejar de preocuparse por cosas que están fuera del alcance de tu voluntad y deseo.
  • El que se ríe de si mismo, nunca se queda sin cosas de las que reírse.

Al final, el sufrimiento es posible manejarlo desde una perspectiva filosófica como la de Epitecto, como lo hacen las personas de Fe, con el optimismo que llega a través de la oración y del ofrecimiento del mismo o, mejor aún, de ambas maneras. Lo importante es que podemos hacerlo y evitar la amargura que resulta de no hacerlo.


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