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Hijos, excesos y adicciones…

Por:  Sylvia A. Agostini
 

Durante los meses de verano en que los jóvenes están de vacaciones no es raro que ellos sientan que es un tiempo para ellos y que pueden tener espacio de hacer todo lo que desean, sobre todo cuando se presentan los bailes de fin de curso, las graduaciones y las invitaciones a quedarse en casa de sus amigos. Pero ojo, padres, no se puede bajar la guardia en torno a supervisión y a no incurrir en excesos para complacerlos.  Nuestros hijos pre-adolescentes son muy vulnerables porque están en un proceso de desarrollo y no tienen aún la confianza, ni la capacidad para medir las consecuencias de sus actos.  Orientar a nuestros hijos sobre los riesgos a los que se exponen cuando incurren en excesos es una gran responsabilidad y algo que debemos hacer desde que son niños.

Entre los posibles riesgos a los que se exponen nuestros hijos, se encuentra el abuso del alcohol, tanto en chicos como en chicas. Y, es que de la noche a la mañana, la bebida se convierte en parte de su entorno social. Sorprende que todavía muchos padres no saben percibirlo, ni disponen de tiempo para conversar y orientar a sus hijos sobre el particular.  El exceso de confianza, la indiferencia y la ofuscación en que viven, contribuye a que los padres tarden en descubrir esta dependencia y los indeseados efectos de la misma.

La Organización Mundial de la Salud ha advertido que “La dependencia al alcohol puede resultar de una predisposición genética, una enfermedad mental, el consumo abundante de alcohol sostenido y abusivo, o una combinación de estos factores”. Se trata de un espectro grande que puede existir en unas y otras familias, pero al que no se le da la importancia que tiene.

Los llamados a hablarles sobre éste y otros temas son los padres, no es la escuela, tampoco los amigos.  Prepara a tu hijo para “la calle” y edúcalo sobre el consumo de alcohol y las consecuencias de su abuso.  Déjale saber que:

  • Cada persona responde de forma distinta a la ingesta de alcohol
  • No se deben consumir bebidas alcohólicas con el estómago vacío
  • Se bebe despacio y no se mezclan distintos tipos de bebidas alcohólicas
  • El vino permanece en el sistema sanguíneo durante muchas horas
  • Los espíritus blancos “explotan” o tienen efectos repentinos
  • No deben mezclarse el dulce y la bebida
  • No deben dejarse intimidar ni aceptar retos de sus amigos
  • No deben guiar bajo los efectos del alcohol

Las intoxicaciones de alcohol surgen cuando se bebe de forma continua, desmedida y sin control.  Háblale de las repercusiones que tienen todos los excesos y las situaciones a las que muchos jóvenes se exponen bajo los efectos del alcohol, como son:

  • Pérdida de auto-control
  • Embarazos no deseados
  • Enfermedades de transmisión sexual
  • Accidentes de autos
  • Pérdida de vida
  • Reacciones imprevistas
  • Pérdida momentánea de la memoria
  • Riesgos a su salud, integridad física y moral
  • Problemas con la ley
  • Bajo rendimiento académico
  • Adicción

Las personas que trabajan el análisis de este problema con miras a combatirlo y hacer recomendaciones al respecto, afirman que cada vez es más preocupante la situación de los jóvenes que desarrollan temprana dependencia.

El problema se complica más aún porque la población juvenil suele ocultar con mayor facilidad los insipientes indicios de la enfermedad.  La presión de grupo y la facilidad con que los jóvenes adquieren y tienen acceso a las bebidas de su predilección agrava la situación.

Asegúrate de ser amigo y confidente de tu hijo, trata y conoce a sus amigos; invítalos a tu hogar.  Observa  y oriéntale a tiempo para que pueda aprender a disfrutar la vida sin excesos.

 


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