¿Qué clase de mujer sientes que eres?
Por: Myra SánchezEstamos celebrando el Mes de la Mujer y cuando hablamos sobre nosotras, me gusta mucho referirme al “equipaje” como los rasgos y talentos que traemos con nosotras al nacer. Y, es que, cuando hablamos de equipaje, siempre se puede utilizar lo que llevamos “en la maleta”; desecharlo o aumentarlo, tal cual hacemos con los talentos. En otras palabras, podemos escoger lo que queremos ser.
Desde esta premisa se hace fácil entender que cada una de nosotras trae características ‘de fábrica’ que puede ir moldeando hasta el punto de poder incorporar facetas que no llegaron con nosotros. Sin embargo, siempre prevalecen unos rasgos fuertes de nuestra personalidad, que nos pueden distinguir a unas de otras a la hora de que alguien desee describirnos, como pueden ser:
Divertida: Se puede ser divertida de muchas formas, desde ser bromista o tener muy buen humor, hasta ser talentosa en hacerle pasar un buen rato a quienes le rodean. La mujer divertida suele ser buena conversadora y una buena anfitriona; buena entreteniendo u organizando cómo entretener.
Romántica: Seguramente tienes una amiga que cree en el romance y el amor por sobre todo y necesita tener y recibir detalles alusivos a ello como son las flores, los chocolates, los perfumes y las prendas que se identifiquen con ellas. La mujer romántica se rodea de lectura, películas y ropa. Además, son las ‘celestinas’ de todos los solteros y disfrutan contando ‘historias de amor’.
Atrevida: Aunque puede interpretarse de muchas formas, ser atrevida tiene que ver con la iniciativa, la valentía y con emprender. De esto tiene mucho la mujer moderna que ha encontrado más espacio para ello en la sociedad actual en la que tiene que sobrevivir “no matter what”. La mujer atrevida puede ser alguien con mucha estructura, que establece metas ambiciosas y no se detiene hasta alcanzarlas. También puede ser el espíritu libre que rompe los esquemas y escoge cómo, cuándo y dónde hacer lo que desea.
También se dan características que pueden condicionar la proyección femenina como son la tendencia a ser protectoras, analíticas, independientes, pero también compulsivas y controladoras. En otros casos, se dan casos de mujeres con un perfil de auto-estima baja, donde la proyección es de debilidad y necesidad de protección. Los casos extremos siempre complican las relaciones por lo que lograr reconocerlo es importante para poder manejar mejor nuestra “maleta” de talentos y conseguir mayor respeto en nuestro entorno.
Al final, para un ‘equipaje’ completo, deberíamos tener la forma de ‘llevar’ un poco de todo: ser divertidas, románticas y atrevidas y, de repente, evitar los “extremos” en torno a actitudes que nos condicionen como querer dominar o controlar todo y a todos. Lograrlo nos permitirá ser más felices, sentirnos mejor y poder ejecutar mejor nuestra misión como hijas, madres, amigas, esposas y profesionales, entre otros roles.