Goya  Yuca Hum Top
...humanitarios

Receta para ser mejor persona

Por: Ivelisse Agostini

Mientras van pasando los días y los años, aunque no queramos, es inevitable que miremos hacia atrás y nos preguntemos cómo hemos vivido y qué aspiramos lograr durante el tiempo que nos queda en este plano. Aunque el pasado haya quedado atrás, dar una miradita de vez en cuando no está mal, si lo hacemos para recordar momentos felices y, sobre todo, si deseamos evitar repetir errores cometidos. En cualquier caso, hacerlo puede tener un efecto positivo para lograr sentirnos bien, algo que depende de un deseo genuino de vivir con propósito.

Asimismo, para quienes tenemos Fe en que podemos trascender a una vida eterna con paz y amor, se da el hecho de querer mejorar como personas, hasta el punto de desear transformar nuestras vidas para lograrlo. En el proceso, no siempre se facilita reconocer cuándo hemos obrado bien o mal; si hemos dejado de hacer algo que era necesario o si lo que hemos logrado, fue en perjuicio de otros.

En esta etapa es cuando muchos regresan a las iglesias, otros se convierten y otros comienzan a buscar formas para reconciliarse consigo mismos y con los demás. La dirección que escojan va a depender del nivel de conciencia que cada cual haya desarrollado a través de aprendizaje, del ambiente que les haya rodeado y de cualquiera que haya sido su evolución y sus experiencias de vida. Sobre todo cuán honestos seamos con nosotros mismos y cuán comprometidos estemos con la verdad, que es solo una.

En mi caso, sin ser santa, hacer este análisis introspectivo, me ha llevado a escoger afirmar mi Fe y poner mayor esfuerzo en seguir las enseñanzas de Jesucristo. Y, es que, basta con recordar que Él vivió situaciones tan humanas como las que nos pueden tocar a nosotros. Entre otras experiencias que Él  vivió, dentro de su realidad humana, Jesús conoció lo que es nacer pobre y tener que huir de su país; amó y honró a su padre adoptivo y a su madre; escogió ser humilde y que así mismo fueran los que le acompañaran en su misión a quienes enseñó con paciencia; superó infinidad de obstáculos para enseñar la palabra de Dios desde la humildad y el verdadero valor de “la ley”, sin dejarse intimidar ni coaccionar; enfrentó la tentación del mismo demonio; llevó la paz donde quiera que estuvo; perdonó y fue misericordioso; compartió de lo que tenía y usó sus dones en beneficio de los más necesitados. Fue difamado, hostigado, perseguido, traicionado, torturado y humillado y aceptó la voluntad del Padre cuando sabía que para nuestra salvación tendría que pasar por muchos sufrimientos como resultado de la injusticia y de los pecados de los hombres. Jesús experimentó mucho dolor en su paso por el mundo, pero siempre siguió adelante, buscando el espacio y tiempo a solas para orar.  Y… NUNCA dejó de ser bueno. Por eso, no hay figura más reconocida en la historia de la humanidad ni que tenga un legado tan abarcador como el suyo, desde cualquier punto de vista.

Precisamente, deseo cerrar este reportaje comentando que para todos los que desean transformar sus vidas y vivir en paz y armonía, deben asegurarse de conocer la vida de Jesús, según narrada en los Evangelios del Nuevo Testamento de la Biblia. Mejor aún, con esta información nueva o revisada, se hará más fácil preguntarnos: “¿Qué haría Jesucristo ante esta situación que vivo?” No debe haber mejor forma de tomar las decisiones correctas y lograr el propósito de ser buenos. Ello nos hará sentirnos mejor, algo que nos permitirá aspirar a ganarnos alcanzar la Vida Eterna, en el Reino de Dios, del cual Él tanto nos habló. Algunos podrán alcanzarlo otros no, pero vale la pena intentarlo, tanto por lo que implica para esta vida, como para la que se viva al partir de ésta. Para lograrlo, tenemos sus enseñanzas, su eterno amor y el Espíritu Santo que nos envió, como parte de su promesa de que estaría con nosotros hasta el fin.

Al final, solo deseo recordarte que no hay mejor herramienta para estar en paz y aspirar a una vida mejor, que recordar que Él está contigo, todos los días de tu vida y que cuando te surgen dudas, solo debes preguntarte, ¿qué habría hecho Jesús en tu lugar? Es difícil imitarle, pero el solo intento puede hacernos ganar el Cielo.


Comments are closed.

Back to Top ↑