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Cómo Identificar un Amigo

Por: Myra Sánchez

Por definición, la amistad es el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona. En la práctica, un amigo es ese que siempre, aun en la distancia, está dispuesto a escucharte y darte apoyo y el que cuando está cerca te permite descansar sobre su hombro. Como diría el escritor estadounidense, Elbert Hubbard, “Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere”. Para ser amigo o tener amigos, son necesarios un sinnúmero de valores, entre los que destacan confianza, admiración, lealtad, generosidad, tolerancia, responsabilidad y agradecimiento. De hecho, quien tiene la capacidad de mantener buenas amistades, puede ser un mejor prospecto a la hora de convertirse en pareja, precisamente porque sabe manejar los principios antes mencionados.

Un verdadero amigo está contigo en las buenas, en las malas y en las no tanto… siempre. Suministrada.

De todas formas, a nosotros también nos puede resultar complicado ser verdaderos amigos porque conlleva una humildad y un desprendimiento especiales hacia esa otra persona. Por lo anterior, vale la pena repasar las cualidades de un buen amigo para diferenciar los buenos conocidos y los colegas, de los amigos, así como lo que se espera de nosotros por parte de quien nos considera su amigo.

Respeto – Aceptación y afinidad aun cuando son distintos
Equilibrio – Se complementan y mantienen balance y espacio
Confianza – Ha demostrado que puedes creer en él
Generosidad – Te ofrece ayuda física, moral y económica en momentos oportunos
Fidelidad – Nunca te ha fallado y está siempre cerca
Comprensión – Han logrado mantener cierta complicidad y no te juzga
Reciprocidad – Los esfuerzos para mantener la amistad son mutuos
Asistencia – Ha dispuesto de su tiempo para estar a tu lado cuando estás enfermo o pasando algún dolor
Solidaridad – Ha colaborado contigo y te ha ayudado a subsistir en medio de la dificultad.

Cuando todo aparenta estar bien y vives un periodo de gracia y confort, son muchos los conocidos que están a tu lado. Sólo los buenos amigos se quedan a tu lado cuando surge un momento de crisis, te acompañan y se solidarizan contigo ante la adversidad. De esa forma va creciendo la confianza y tu misma disposición a reciprocar, estrechando los lazos de amistad que permite que se comuniquen, que se consulten y que se apoyen. De otra parte, siempre hay que agradecerle a la vida por los que quedan atrás, aunque no haya habido esa “correspondencia” o te hayan decepcionado, porque de todas formas compartieron buenos momentos y algunas enseñanzas. Como diría “El Principito”: “Bueno, debo soportar la presencia de unas cuantas orugas, si quiero conocer a las mariposas”.

Hay que saber distinguir entre conocidos y colegas y un buen amigo, aunque lo usual es que la amistad surja entre los primeros. Suministrada.

Todo lo que nos ocurre es por algún motivo y cada amigo ocupa un lugar importante para nosotros. En resumen, “Ser amigo es interpretar miradas, entender silencios, perdonar errores, guardar secretos, prevenir caídas y secar lagrimas…”.

Para que exista una buena amistad, tiene que existir una relación donde los involucrados dediquen tiempo para compartir, para conocerse, para crear situaciones que les unan, para apoyarse y desarrollar la confianza que nunca puede perderse, porque entonces se pierde al amigo. Los amigos tienen vivencias, historias, secretos… los amigos se divierten y se valoran. Esto último es algo importante que debemos ponderar, porque no podemos tampoco percibir al amigo como un buzón de quejas sobre nuestros problemas, algo que en ocasiones, puede agobiar al otro, que a su vez carga sus penas.

Entre amigos no todo puede ser perfecto, por eso tiene que haber tolerancia y capacidad de perdonar ofensas. Entre amigos no puede haber envidia, ni egoísmos, al contrario, debe existir el deseo de compartir y de animar al otro para que progrese, ayudarlo a levantarse cuando hayan caídas.

Al final, asegúrate de que el primero de los amigos en quien deposites tu confianza, seas tú mismo, algo para lo cual se requiere humildad y honestidad y, de igual forma, quererte y valorarte. Sé cuidadoso al escoger en quien confías y a quien le ofreces tu amistad, especialmente cuando te acercas a personas que por las razones que sea, no han alcanzado la fortuna de tener un buen amigo y al conocerte desean acapararte, poniendo en riesgo la buena fortuna que has tenido de tener otros amigos.